Estrategia Basura Cero:
ARAUCO, Copec y Orizon: En la ruta hacia cero residuos
Veinte millones de toneladas de desechos se generaron en Chile en 2019, según el Reporte del Estado del Medio Ambiente 2021. El Banco Mundial, en tanto, afirma que el país lidera el ranking sudamericano en esta materia, ya que cada habitante eliminaría 1,15 kilos de basura al día.
En este contexto, donde se precisan medidas urgentes, las filiales ARAUCO, Copec y Orizon están llevando a cabo diversas acciones para enfrentar este desafío.
En el escenario actual, los residuos son parte de un modelo lineal de producción y consumo. Considerando que para el 2050 se prevé que la cantidad de desechos aumente en un 70%, acorde al Banco Mundial, es perentorio promover una transición hacia una economía circular, que permita dar un uso sostenible a los recursos naturales y minimizar los desechos.
Según la Fundación Ellen MacArthur, los residuos son un “error de diseño”, ya que lo ideal sería que los materiales reingresen a la economía al final de su uso. Con este enfoque, el concepto de basura no existiría. Sin embargo, aún estamos lejos de eso: en Chile, el Ministerio del Medio Ambiente señala que aproximadamente el 79% de los residuos no peligrosos son eliminados en rellenos sanitarios y vertederos, y solo el 21% es valorizado. Esto quiere decir que solo 1/5 es recuperado completamente o en parte y es preparado para la reutilización y el reciclaje.
ARAUCO, Copec y Orizon, filiales de Empresas Copec, buscan ser líderes en sus respectivas industrias en la implementación de diversas estrategias para enfrentar este desafío, entendiendo que este trabajo requiere de una acción empresarial colectiva.
Max Constanzo, gerente de Medio Ambiente de ARAUCO, señala que la filial ha asumido este reto como una oportunidad. “Es una tendencia mundial. Hoy la cantidad de residuos es exponencial y, por supuesto, conlleva un impacto ambiental. Los vertederos en Chile están llenos y las personas no los quieren cerca de sus hogares por el olor y la suciedad, entre otros motivos. Lo positivo de esto es que de una necesidad de cambiar aparece una oportunidad para la industria, para la comunidad y para el mundo agrícola. Hay muchos desarrollos debido a este requerimiento de modificar la forma en la que hacemos las cosas”.
En Copec, en tanto, la gestión de residuos es parte de su estrategia de Medio Ambiente. Así lo explica Camila Valenzuela, subgerenta de Medio Ambiente de Copec: “En nuestra historia siempre buscamos ser responsables con todo el residuo que producimos, por el impacto medioambiental que tienen, pero ahora se demanda más que nunca, porque si bien uno siempre parte de la base, que es la normativa legal, hoy día queremos promover el aprovechamiento al máximo de los recursos disponibles, aumentando su vida útil, dando un segundo valor y ver el residuo como un producto nuevo, potenciando la reducción y reutilización”.
Para Allan Carrasco, subgerente de Sostenibilidad y Comunicaciones de Orizon, la gestión de residuos tiene que ver con la sostenibilidad desde el punto de vista empresarial, mirando a las compañías con un rol social relevante. “En Orizon somos líderes en producción de alimentos del mar y eso conlleva compromisos. El planeta ya no resiste el nivel actual de desechos y en Chile más de un tercio de los rellenos sanitarios y otros recintos de disposición de residuos ya han cumplido su vida útil. Ante esta realidad es necesario disminuir estos niveles y avanzar en una gestión responsable”.
Metas concretas
Generar conciencia al interior de las mismas empresas sobre la urgencia de implementar nuevos métodos de gestión de recursos fue el puntapié inicial para comenzar esta transformación. Los entrevistados plantean que lo fundamental fue entender que los motivos ambientales son solo una parte de un amplio listado de externalidades positivas para los negocios y la sociedad en su conjunto.
Max Constanzo relata cómo se construyó este camino al interior de ARAUCO: “Fue un viaje convencer que esto podía ser útil. Cuando empezamos a proponer argumentos de por qué esto era positivo, nos dimos cuenta de lo difícil que es construir vertederos, porque cada vez es más complejo ambientalmente. Y si uno lo analiza más en el largo plazo, en el desarrollo del producto, uno paga menos por valorizar residuos que por construir un vertedero”, apunta.
Al respecto, Camila Valenzuela afirma que es posible manejar los desechos considerando un punto de vista tanto ambiental como operacional: “Esto no solamente es responsabilizarnos ambientalmente porque alguien te lo exige y por hacernos cargo de las externalidades negativas que esto produce, sino verlo como un todo, porque existen beneficios en costos asociados a materiales que se podrán reincorporar o, incluso, será posible reutilizar productos y hacer más eficiente la operación. Por ejemplo, se pueden capitalizar algunas mejoras operacionales a través de una gestión de desechos más eficiente, que produzca nuevas ideas, otros subproductos. Esto nos empuja a ser mucho más creativos y trabajar fuertemente en equipo para verlo de una manera totalmente integral”.
Otro reto, opina Allan Carrasco, es relevar que esta ruta demanda colaboración: “Queremos extender nuestro compromiso con la gestión de residuos a la comunidad, porque el propósito de nuestro país de avanzar hacia un Chile circular requiere de la sinergia de todos los actores y de alianzas entre el mundo público, privado y la sociedad civil, para así unir esfuerzos para adquirir mayores transformaciones”.
Para conquistar este objetivo, las empresas se han propuesto metas concretas y de alto impacto. Dentro de las más significativas se encuentran, en el caso de Copec, la de contar con cero residuos en sus operaciones asociadas a sus plantas, estaciones de servicio y tiendas de conveniencia Copec (incluyendo las operaciones de Pronto y Punto) al 2029. Por su parte, ARAUCO busca alcanzar el 100% de la valorización de sus residuos al 2030, y Orizon, reciclar el 90% de sus residuos sólidos a 2025.
Una cultura circular
Según el subgerente de Sostenibilidad y Comunicaciones de Orizon, actualmente lo más difícil para optimizar el manejo de residuos es, más que conseguir recursos, crear un cambio cultural a largo plazo: “Finalmente, es modificar la manera en que las personas ven los desechos, es concebir que la basura puede tener una nueva vida. Lo anterior conlleva que los residuos sean separados, que se entreguen limpios o en las condiciones que se exigen para que sigan su proceso de reciclaje y para todo esto es necesario un compromiso real”, afirma.
Este diagnóstico es compartido por la subgerenta de Medio Ambiente de Copec: “Una renovación cultural y en la conciencia colectiva son claves para forjar todo este ecosistema, que comienza desde cuando tú eliges un producto o estás diseñando un proceso. Si bien debe existir la mirada comercial y la de seguridad, la de los residuos también debe ser protagónica y una variable en la toma de decisiones, y no solo de la boca para afuera: hay que integrar equipos multidisciplinarios y contar con nuevos conocimientos. Todos los proyectos tienen que estar contemplados desde una variable sustentable. Porque se podría inyectar inversión, más tecnología, más maquinaria, pero ello por sí solo no es suficiente”, dice.
Este diagnóstico es compartido por la subgerenta de Medio Ambiente de Copec: “Una renovación cultural y en la conciencia colectiva son claves para forjar todo este ecosistema, que comienza desde cuando tú eliges un producto o estás diseñando un proceso. Si bien debe existir la mirada comercial y la de seguridad, la de los residuos también debe ser protagónica y una variable en la toma de decisiones, y no solo de la boca para afuera: hay que integrar equipos multidisciplinarios y contar con nuevos conocimientos. Todos los proyectos tienen que estar contemplados desde una variable sustentable. Porque se podría inyectar inversión, más tecnología, más maquinaria, pero ello por sí solo no es suficiente”, dice.
Finalmente, para el gerente de Medio Ambiente de ARAUCO lo esencial para que acciones como estas permanezcan en el tiempo requiere sistematizar los procesos internos: “De tal forma que cuando nos proponemos tener cero residuos y que todo sea valorizado, sea algo sistémico y ordenado, y que no dependa de las personas en particular y del esfuerzo que ellas hacen o de los equipos específicos, porque esto va cambiando, las personas entran y salen de las organizaciones y tenemos que lograr que estos procesos permanezcan, y eso obliga a pensar muy bien cómo desarrollar la estrategia y llevarla a cabo”, concluye.
Camila Valenzuela
Subgerenta de Medio Ambiente de Copec
“Recientemente, dimos un importante paso al convertir nuestra planta de elaboración de Bluemax, que es un líquido reductor de emisiones para vehículos diésel, en un recinto cero residuos. Además, el año pasado logró realizar su propio mobiliario de ecomadera, en conjunto con una fundación.
En el resto de las instalaciones estamos incorporando de manera paulatina distintos modelos de revalorización. Para 2022 nos hemos propuesto confeccionar nuestra línea base completa con todos los residuos, elaborar la hoja de ruta para ver cómo vamos a ir avanzando, en la realidad, en este camino hasta llegar a cero al año 2029.
En Copec también contamos con una iniciativa de recuperación de bins (contenedores plásticos) de Bluemax y lubricantes. Desde su implementación, en febrero de 2021, se han recuperado 12% (578) y 75,4% (12.219), respectivamente.
Por otro lado, conseguimos que 61% de los 203.000 cambios de aceite que se realizaron en la red Lub se efectuaran con un sistema de venta a granel.
En 14 estaciones de servicio se alcanzó lo mismo respecto de la venta de aguas (distribución a granel) y desarrollamos un piloto de recuperación de sus envases para su revalorización, convirtiéndolos en maceteros instalados en las mismas estaciones de servicio y en juegos infantiles para tiendas Pronto.
Finalmente, para cumplir estas metas es trascendental concebir alianzas con expertos que se están dedicando a esto. Y, más allá de eso, en esta gestión de residuos y economía circular hay que involucrar a toda la cadena de valor, tenemos que ser capaces de considerar y apoyar a nuestros proveedores, a las PYMES, a los emprendedores”.
Allan Carrasco
Subgerente de Sostenibilidad y Comunicaciones de Orizon
“En Orizon nos hemos comprometido con disminuir los residuos que se envían a rellenos sanitarios y avanzar con un manejo sustentable de los mismos. Como meta en esta temática nos propusimos reciclar con foco en los materiales sólidos, lo que requiere de campañas internas de reciclaje en conjunto con una buena gestión de los desechos que favorezca la reutilización.
En la misma línea, este año firmamos un Acuerdo de Producción Limpia que tiene como meta recuperar el 10% de los residuos asimilables a domiciliarios en las embarcaciones, sin embargo, esto fue superado ampliamente con la recolección de más del 40%, por lo que recibimos el Sello Azul.
En mayo de este año instalamos tres puntos limpios en Coronel para incrementar la capacidad de reciclaje de la ciudad.
Además, desde 2017 tenemos una alianza con Bureo, empresa dedicada al reciclaje de redes de pesca, lo que permite convertir estos residuos en nuevos productos, como skates, lentes de sol y ropa, entre otros. Gracias a esta colaboración, en Orizon reciclamos 18 mil kilos de redes de pesca el año pasado”.
Max Constanzo
Gerente de Medio Ambiente Celulosa y Madera de ARAUCO
“Una iniciativa que nos tiene muy orgullosos es la valorización de desechos de la celulosa que iban destinados a vertederos. Algunos avances que podemos destacar son que en 2018 lográbamos un 29% de recuperación y el año pasado llegamos a 55,6%, es decir, de las 400 mil toneladas que generamos, más de la mitad tuvieron un valor. Para este año queremos llegar a 65%. En el caso de la madera, en 2021 conseguimos un 34% de valorización y este año queremos llegar a 44%.
Esto fue posible gracias a que les dimos una nueva vida a estos residuos. Por ejemplo, en aplicaciones para mejorar el pH del suelo de la agricultura y en desarrollos donde usamos cenizas y arenas para fabricar cemento. Actualmente, recuperamos alrededor de 80% de la biomasa que se enviaba a vertederos externos. Por otro lado, realizamos investigación y desarrollo a través de Bioforest, para elaborar elementos que optimicen la calidad del suelo, y tenemos en curso la creación de una capa vegetal para sellar los rellenos sanitarios.
Nuestro plan está firme, hemos tenido que crear productos y desarrollar un nuevo mercado, uno de reemplazo. El 95% de todos los insumos que se usan en la agricultura para regenerar los suelos son importados, por lo tanto, se presenta un tremendo desafío para nosotros junto a nuestros socios estratégicos, las empresas que se dedican a la valorización”.
