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Conversatorio Empresas Copec: Mujeres al Mando

COMPÁRTELO:

Liderazgo femenino en las empresas

Conversatorio Empresas Copec: Mujeres al Mando


En noviembre tuvo lugar una nueva versión de los conversatorios que realiza Empresas Copec y donde participan integrantes de diversas filiales para reflexionar respecto de temas contingentes y de interés.  

En esta ocasión, colaboradoras de filiales de Empresas Copec, que desempeñan funciones que históricamente fueron realizadas exclusivamente por hombres, nos contaron su experiencia y los principales desafíos que han enfrentado durante su trayectoria laboral. 

Para Empresas Copec y sus filiales, promover el talento femenino, la equidad de género, la diversidad e inclusión es prioritario. En esta línea se han implementado políticas, programas e iniciativas que buscan potenciar la presencia de mujeres en distintos tipos de funciones, incluso en aquellas que históricamente han sido desempeñadas por trabajadores hombres. 

Video resumen conversatorio

Ejemplo de ello son las seis colaboradoras que participaron en este conversatorio: Claudia Madariaga, jefa de Bahía y Abastecimiento de Materias Primas de Orizon; Aurelia Salas, jefa de Planta Lenga de Abastible; Yalesky Medina, jefa de Turno de Producción Planta Celulosa Nueva Aldea de ARAUCO; Rosa Brito, atendedora Estación de Servicio Copec; Mónica Huaman, operadora de Camión Minero en Mina Justa, y Flor Garcés, operadora en Fábrica de Lubricantes Terpel. 

Este encuentro fue moderado por la subgerenta de Comunicaciones de Empresas Copec, Francisca Riveros. 

Seis mujeres, seis historias 

La Estación de Servicio de Copec ubicada en Av. San Juan, en Machalí, no pasa desapercibida, ya que en esta solo trabajan mujeres. Una de ellas es Rosa Brito, atendedora de isla desde hace tres años y medio. Esta venezolana de 30 años llegó a Chile hace cuatro y, según confiesa, nunca se imaginó que se desempeñaría en este rubro. “En mi país era investigadora penalista, por lo tanto, yo no sabía ni inflar un neumático. Pero estando en Copec he aprendido bastantes cosas que tal vez para muchas personas son simples, pero que para mí han sido de mucho aprendizaje y crecimiento, y que el día de mañana me van a servir de mucho”. Pero para Rosa lo más importante que le ha dado este empleo es estabilidad en todos los ámbitos y, principalmente, en el familiar. Cuando dejó su país, primero rumbo a Perú, tuvo que dejar a su hijo Dayber, que en ese entonces tenía solo siete años, en Venezuela. “Por ser extranjera, no tenía tantas oportunidades de empleo. Me tocó trabajar de manera informal en la calle vendiendo limonadas. Empecé a ver que era muy difícil llevarme a mi hijo a ese país y vi que no tenía estabilidad laboral, por eso me vine a Chile, en búsqueda de un trabajo para poder traerme a mi hijo, un lugar donde me ofrecieran estabilidad, y aquí, gracias a Dios, gracias a Copec y a mi jefa, logré todo eso”.  

Rosa Brito, atendedora Estación de Servicio Copec.

En agosto de 2022, tras cinco años realizando diversos trámites para traer a Dayber, este llegó a Chile. Rosa se emociona al recordar todo lo que ha vivido. “Fueron momentos bastantes difíciles, por eso le estoy tan agradecida a Copec”.  

Yalesky Medina, primera jefa de Turno de Producción de la Planta Celulosa Nueva Aldea de ARAUCO, dice comprender perfecto de lo que habla Rosa. Ella es venezolana, madre de Ariany, de 11 años, a quien también tuvo que dejar en su país, migrar sola a Chile y comenzar desde cero. “No fue una situación que yo busqué, sino a la que me vi obligada. Lo que sí puedo decir es que con ganas, fuerza, fe, dedicación y amor todo se puede. No hay límites, siempre haciendo las cosas bien”. 

En su caso, logró traer a su hija Ariany después de un año y tres meses. Esta ingeniera química trabaja en ARAUCO desde hace casi tres años, en la planta de Celulosa Nueva Aldea, ubicada en Chillán, en un equipo conformado por la subgerencia de producción, los superintendentes, los ingenieros de operaciones, los jefes de turno y los operadores. Cuenta que antes de ingresar a trabajar en ARAUCO, algunas empresas le cerraron las puertas por el hecho de ser mujer y migrante. Me decían: ‘Me gusta mucho tu currículum, pero la verdad una mujer que tiene una hija me va a pedir permiso porque esta se enfermó, entonces no’. Y yo me sentía un poco mal, pero los ánimos seguían, tenía que continuar buscando y logrando las metas que yo me había trazado. Entonces, poco a poco se fue haciendo el camino y llegué primero a una empresa de gas, y luego a ARAUCO. Acá ocupo un cargo de jefatura y tengo que manejar a un equipo de personas, por lo que me he dado el tiempo de conocer a cada una de ellas. Ha sido un proceso largo, no tan fácil, pero siempre con constancia, siendo muy leal a los trabajadores y mostrándoles que no me las sé todas, pero que tengo las mejores ganas y disposición para que esto salga adelante”. 

Aurelia Salas es jefa de la Planta Lenga de Abastible, ubicada en Concepción, convirtiéndose en el 2020 en la primera mujer que ocupa este cargo en la empresa. Posteriormente se han sumado otras colaboradoras a liderar las plantas de Peñón y Concón, en las regiones de Coquimbo y Valparaíso, respectivamente. Tras haber trabajado 15 años en la industria de alimentos, Aurelia llegó a Abastible a hacerse cargo de un equipo compuesto, en su mayoría, por operadores hombres. “Me cambié de ciudad, me cambié de industria, de compañía, y de verdad que ha sido una experiencia súper grata. Al menos en Chile, se piensa que energía es un rubro netamente masculino, pero estamos demostrando que no es así. La recepción de los muchachos de la mesa de llenado y la planta desde un principio fue muy cálida, creo que con mi llegada buscaban ver cómo iba a ser tener una jefa mujer, qué tipo de decisiones iba a tomar, si me iba a costar más o no que al jefe anterior. Yo creo que al resto de las mujeres que están en este conversatorio seguro les debe haber pasado algo parecido”. 

Yalesky Medina, jefa de Turno de Producción Planta Celulosa Nueva Aldea de Arauco.

Así lo confirma Claudia Madariaga, jefa de Bahía y Abastecimiento de Materias Primas de Orizon, quien trabaja hace 20 años, la misma edad de su hija mayor, en la planta de Coquimbo, desde antes de que esta pasara a ser parte de Orizon. Acaba de asumir este cargo, tras desempeñarse durante cuatro años como jefa de Producción de la Planta de Harina de Pescado, donde todos sus subalternos eran hombres. “Me costó posicionarme. Poco a poco fui creciendo, avanzando en lo que es bahía y artesanales. Al ser mujer, cuesta, pero en la medida en que vas haciendo bien tu trabajo, terminas siendo reconocida”. Claudia cuenta que el día que le comunicó a su equipo que ya no iba a ser su jefa para asumir un nuevo puesto en Orizon, todos sintieron mucho pesar por su partida. “Me dieron un aplauso, fue muy emotivo”.  

Flor Garcés, quien se desempeña como operadora en la Fábrica de Lubricantes Terpel, ubicada en Cartagena de Indias, Colombia, cuenta que no fue fácil para ella llegar a ocupar este cargo, para el cual ella estudió. “Toqué muchas puertas y todas las vacantes que salían eran para varones, solo querían operadores hombres. Hasta que salió la vacante aquí en Terpel. Recuerdo que llegué a la entrevista y veo como 50 hombres, siendo yo la única mujer. Gracias a Dios conseguí el trabajo y me sentí súper orgullosa desde el primer día que llegué aquí. No ha sido fácil, aún estoy en ese proceso de adaptación con los compañeros, porque realmente aquí sí soy la única mujer operadora, entonces vamos aprendiendo tanto ellos de mí como yo de ellos. Ha sido una experiencia gratificante, porque cuando yo llegué ellos se cuestionaron cómo iba a hacer yo el trabajo, si iba a ser capaz o no. Y hasta el momento les he demostrado que sí y ellos han quedado sorprendidos, y se han dado cuenta de que es un trabajo que todos pueden hacer, sin importar el género”.  

Aurelia Salas, jefa de Planta Lenga de Abastible.

En la región de Ica, a poco más de 300 kilómetros al sur de Lima, trabaja Mónica Huaman. Ella es operadora de un camión minero, un Caterpillar 793D, en Mina Justa. Su labor consiste en movilizar el material que se extrae del tajo abierto, el principal de esta faena minera, hacia zonas como botaderos, chancadoras y diques.  

Mónica llegó a este puesto gracias un programa de Formación Laboral Juvenil orientado a mujeres e impulsado por Marcobre, de casi nueve meses de aprendizaje teórico y práctico. Gracias a este las participantes adquirieron mayor seguridad en sí mismas. “Nos hizo empoderarnos y, frente a esa idea de que un varón te diga ‘ella no lo puede lograr porque es mujer’, tú piensas: ‘He venido a trabajar, me voy a subir a ese camión y voy a demostrar que sí puedo terminar una guardia de forma segura’. Y de eso se trata, hasta el día de hoy, de saber que podemos hacer igual de bien este trabajo como lo hace un varón. Eso es muy motivador. Hoy, muchas mineras en el Perú ya están integrando a este trabajo al personal femenino, por lo cual estamos muy orgullosas de poder portar esta camiseta”.  

Más allá del género 

Las participantes coinciden en que los puestos de trabajo no debieran tener género, pues ellas son un ejemplo de que las mujeres sí pueden llevar a cabo labores que, históricamente, han sido realizadas exclusivamente por hombres. 

Así lo afirma Yalesky Medina: “Debemos asumir en esta sociedad el rol que cualquier hombre ejerce, porque somos capaces de pensar, discernir y decidir sobre circunstancias de importancia y trascendencia y creo que cada una de nosotras lo está demostrando. Pero no hay que olvidar que cada persona, independiente de su género, tiene algo particular que aportar a la sociedad. La vida es un complemento y el trabajo se hace entre hombres y mujeres. No estamos compitiendo y debemos entender esto si queremos vivir en una sociedad más equilibrada, empática y armoniosa. Si buscamos la equidad, me parece lo más sano”. 

Claudia Madariaga, jefa de Bahía y Abastecimiento de Materias Primas de Orizon.

Aurelia Salas coincide: “Yo estoy de acuerdo con Yalesky. A veces te preguntan en qué cosas somos las mujeres mejores que los hombres. Y la verdad es que yo no me siento más capacitada que ellos, sino que creo que compartimos el tener las ganas, la actitud. De hecho, mi antecesor, hombre, es un excelente líder, un gran profesional y de tremenda calidad humana”. 

Mónica Huaman agrega: “Yo considero que puedo ser mejor hoy día, pero también considero que puedo ser mucho mejor mañana. Entonces considero que todos los días, siendo hombre o siendo mujer, podemos hacer un trabajo mucho mejor. Ya la competencia no va más ligada al tema de género, sino con uno mismo”. 

Claudia Madariaga complementa: “A mí me gustaría que todo esto que hemos logrado sea para una transformación laboral más inclusiva, que ya no tengamos que ver si eres hombre o mujer para algún cargo, cualquiera sea. Que nuestra labor deje de ser novedosa, que sea algo común, igualitario, donde todas podamos llegar y acceder por nuestras capacidades, por nuestro trabajo, talento y esfuerzo diario”. 

Rosa Brito opina: “Si bien es cierto estamos buscando una equidad de género, debemos reconocer que respecto del trabajo físico no somos tan fuertes como los hombres. Pero en lo intelectual sí somos iguales. Y en ese sentido veo que Copec juega un rol bastante importante con la equidad de género y el apoyo ha sido al 100%, porque hay bastantes mujeres contratadas para prestar servicios en cargos que, anteriormente, solamente eran desempeñados por hombres”. 

Flor Garcés añade: “A mí me parece que la inclusión es determinada por la tolerancia, aceptar a cada persona independiente de su género, más bien por sus cualidades y actitud. Que en un futuro las vacantes busquen ciertas características, independiente del género, que tengan en cuenta por completo nuestros estudios, nuestro compromiso, esas cualidades que nos resaltan como personas. Creo que es lo más importante para que la inclusión sea tomada en el mundo laboral”.   

El rol de las empresas 

De acuerdo con la experiencia de las participantes, las compañías juegan un papel fundamental en potenciar el talento femenino y destacan las iniciativas que sus respectivas filiales realizan con este propósito. 

Al respecto, Yalesky Medina comenta: “Veo que en ARAUCO hacen un gran trabajo por incluir a las mujeres en cargos importantes de tomas de decisiones y en otros que históricamente han sido ocupados por hombres. Una muestra de ello es que somos cada vez más mujeres en el rubro de la celulosa. Yo pienso que la empresa es un ente de influencia y, en este sentido, juega un rol muy importante para promover la equidad de género, porque también impulsa a otras organizaciones”. 

Flor Garcés, operadora en Fábrica de Lubricantes de Terpel.

Por su parte, Flor Garcés afirma que Colombia es un país atrasado en materia de equidad de género. “Pero creo que en Terpel la situación es muy distinta. Aquí se están impulsando diversos programas de inclusión y trabajan muchas mujeres en esta empresa”. En efecto, el 35 % del equipo de Terpel corresponde a talento femenino. 

Mónica Huaman considera que, en esta materia, Perú es un país que vive actualmente una transformación. “Se está construyendo esta posición de la mujer en cargos tanto operativos como de alto mando y en el rubro minero cada vez somos más mujeres y eso me emociona muchísimo”. En el caso de Marcobre, Mónica destaca que ella asumió este cargo gracias a un programa de impulso al talento femenino. “Serían muy pocas las probabilidades de llegar a donde estoy sin este tipo de iniciativas. Así que espero que más empresas se sumen a estos programas que apuestan por el liderazgo femenino”.   

En Abastible, cuenta Aurelia Salas, “existe un buen desarrollo de talento femenino y, de alguna forma, también se impulsan bastantes iniciativas internas. Así que creo yo que la empresa va por buen camino, de hecho, actualmente un 30% de los jefes de planta de Abastible son mujeres”.  

Claudia Madariaga agrega que en Orizon se ha avanzado mucho en esta materia. “Principalmente en la Región del Biobío, donde existe una fuerza laboral femenina importante que trabaja en las líneas de procesos y también a lo largo de toda la cadena productiva. Hay también presencia importante de mujeres en ámbitos más directivos; hay jefas, subgerentas”. Claudia releva, además, la importancia de que las empresas sean flexibles con quienes tienen hijos, impulsando un equilibrio entre la vida laboral y familiar. “Destaco el apoyo de mi jefatura en ese aspecto. Tuve dos momentos en los que necesité esa ayuda y la tuve. Cuando Catalina, mi hija mayor, tenía cinco años se cayó y estuvo complicada de salud. Yo avisé y me dijeron que me preocupara de ella y tuve todas las facilidades para ello. El año pasado también me vi en una situación compleja cuando Catalina tuvo otro problema de salud. Yo soy divorciada, mi familia vive en Copiapó y tengo poca red de apoyo acá en Coquimbo, entonces pedí unos días de vacaciones para organizarme y poder acompañar a mi hija en este proceso, los cuales fueron otorgados por mi jefe. Además, al finalizar el año, en visita a la planta, el gerente de Operaciones me preguntó por el estado de salud de mi hija, me entregó su apoyo y me ofreció flexibilidad en mi jornada laboral, diciendo: ‘Claudia, organiza tus tiempos para lo que tú necesites con tu hija’. Entonces eso igual es súper grato, darte cuenta de que, así como tú le entregas un tiempo importante a tu trabajo, cuando hay necesidad yo he tenido la mano de vuelta”. 

Mónica Huaman, operadora de Camión Minero en Mina Justa.

Rosa Brito complementa: “No sé si en todas las empresas será así, pero yo tengo una jefa que es una excelente persona, es madre también y creo que por eso nos entiende tan bien. Ella comprende que también existe el rol de madre, de jefa de hogar, por lo tanto, siempre nos ha dejado la puerta abierta para cualquier cosa que necesitemos, siempre busca la manera de acomodarnos el horario. Como yo tenía tanto tiempo sin compartir con Dayber, hoy quiero estar en todo con él, y eso ella lo entiende. Por ejemplo, me cuadró el horario para estar libre en Halloween y acompañarlo a recoger dulces”.  

Yalesky Medina concuerda y cuenta que ARAUCO le ha dado todas las herramientas para que pueda compatibilizar su trabajo y su vida familiar. “Yo soy madre soltera y en algún momento a mi hija se le presentó una emergencia de salud. Mi jefe inmediatamente me dijo que estuviera tranquila, que él se encargaba, me ayudó en la búsqueda de una solución, entonces esas son cosas que te llenan, que hacen que uno se sienta feliz, el hecho de que tu jefe se preocupe por la parte familiar de los trabajadores genera mucho agradecimiento y compromiso con la organización”. 

¿Qué mensaje les darías a otras mujeres que trabajan o que ingresarán a futuro al mundo laboral? 

“Tenemos que dejar un legado a las nuevas generaciones, el cual vamos construyendo día a día con buenas prácticas, independiente del puesto que ocupemos, y desde donde podemos motivar a otras mujeres. Crecer laboralmente depende de ti. Tienes que autoexigirte y dar lo mejor. El conformismo no entra acá, somos todas mujeres empoderadas y fuertes, que podemos sobresalir y llegar siempre más lejos”.   Mónica Huaman – Operadora de Camión Minero en Mina Justa 

Mónica Huaman – Operadora de Camión Minero en Mina Justa 

“Que aprovechen las nuevas oportunidades que están entregando hoy las empresas a las mujeres. Quienes estamos trabajando en puestos que antes eran ocupados solo por hombres debemos comprometernos a hacerlo bien para que les demostremos a todas las empresas, grandes y chicas, que no deben temer contratar mujeres, porque lo podemos hacer muy bien. Creo que es nuestra responsabilidad dar el 100% para que esas oportunidades sigan brindándose. También me gustaría dejarles sembrada la idea de que el género no es una limitante para demostrar las capacidades que tenemos y que todo lo que nos propongamos somos capaces de hacerlo sin importar si somos hombres o mujeres”. 

Rosa Brito – Atendedora Estación de Servicio Copec 

“Mi mensaje es el mismo que le enseño a mi hija: el valor de la disciplina, que donde esté siempre deje una huella. No hay imposibles, todo lo que queremos lo podemos lograr con constancia y dedicación, sin perder el foco ni las metas. Eso es clave. Creo que las mujeres debemos dejar un legado donde no solo se trate de haber llegado a un buen puesto, sino hacer un liderazgo distinto, humano, empático, alegre y disciplinado, descubriendo las habilidades de cada persona y fortaleciéndolas, esto es contagioso y, de alguna manera, ayuda a tener un mundo mejor”.   

Yalesky Medina – Jefa de Turno Producción Planta Celulosa Nueva Aldea de ARAUCO 

“Yo espero que nuestro trabajo les abra la puerta a otras mujeres. Por eso, yo asumí el compromiso, en el equipo donde estoy, de seguir desarrollando y promoviendo el talento femenino en mi empresa. Y creo que este compromiso y respeto por la diversidad, la equidad y el respeto por las personas, independiente de su género, hay que inculcarlo en todas las generaciones, actuales y venideras”.   

Aurelia Salas – Jefa de Planta Lenga de Abastible 

“Siempre el trabajo bien realizado, aunque cometas errores, si lo haces de forma honesta y mostrando las ganas y motivación que tú tienes, te irá pavimentando el camino y hará que, finalmente, te reconozcan y crean en ti”.  

Claudia Madariaga – Jefa de Bahía y Abastecimiento Materias Primas de Orizon 

“A todas las mujeres de la industria les diría que crean en ellas, en sus conocimientos y en todo lo que podemos aportar a los resultados de la compañía desde cualquier rol, más allá del género. De nuestro buen desempeño y de contribuir a la eliminación de los sesgos depende que más mujeres podamos seguir aprendiendo de este maravilloso negocio. ¡Sí se puede!”. 

Flor Garcés – Operadora en Fábrica de Lubricantes Terpel 

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