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Edición 117

Filiales de Empresas Copec: Impulsando la conservación de la biodiversidad 

En un contexto global, donde la crisis climática y la pérdida de biodiversidad son desafíos urgentes, la Compañía, a través de sus filiales, está impulsando diversas iniciativas para restaurar la naturaleza que se ha perdido y proteger lo que está en riesgo. Siempre con la mirada puesta en las futuras generaciones.  La reciente 16ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, COP16, celebrada en Cali, Colombia, entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre, reunió a más de 190 países bajo el lema “Paz con la naturaleza”. El objetivo central fue avanzar hacia las metas globales del Marco Mundial de Biodiversidad, que busca preservar al menos el 30% de los ecosistemas terrestres y marinos para 2030, un desafío donde la recuperación y conservación de especies amenazadas son factores críticos.  La delegación de Chile, encabezada por la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, presentó sus 35 Metas Nacionales alineadas al Marco Global. “Chile ha hecho esfuerzos significativos para integrar la biodiversidad en sus políticas climáticas. Este es un desafío global y debemos abordar ambos problemas de manera conjunta”, señaló.   La máxima autoridad ambiental del país agregó: “El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son dos caras de la misma moneda, porque los bosques no solamente son el hábitat de muchas especies, sino que también son enormes sumideros de carbono. Por lo tanto, juegan un rol fundamental en revertir la crisis climática”.  Las filiales ARAUCO y Copec fueron parte de la cita planetaria, compartiendo con líderes y expertos sus estrategias y acciones por la naturaleza.   Juan Anzieta, gerente de Bosques y Sustentabilidad de ARAUCO, quien lideró la participación de la filial en la conferencia, destaca que, así como los países presentaron la actualización de sus Estrategias y Planes Nacionales sobre Biodiversidad, “las empresas también mostraron sus avances y compromisos, metas e indicadores para transformar su negocio, algo muy importante para ir avanzando en la senda de ser un aporte positivo a la naturaleza”.  En esta misma línea, Camila Valenzuela, subgerenta de Sostenibilidad de Copec, precisa que la participación de la compañía en la COP16 “fue una oportunidad para ver en qué están otros países, otras empresas, y lograr tener la visión de las autoridades medioambientales de Chile y el mundo”.  ARAUCO: una producción forestal sostenible  La filial forestal ha integrado la biodiversidad en el corazón de su estrategia empresarial. Su Política de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos establece principios claros para prevenir, mitigar y restaurar impactos ambientales, equilibrando la producción forestal sostenible con la protección del patrimonio natural. Este enfoque preventivo no solo reduce riesgos, sino que asegura un impacto positivo en las comunidades locales y en el medioambiente.  Con un patrimonio forestal de más de 1,7 millones de hectáreas en Sudamérica, la filial lidera iniciativas de conservación que abarcan miles de hectáreas de bosque nativo y áreas de protección, incluido un plan de restauración que busca recuperar más de 25 mil hectáreas de ecosistemas nativos en Chile y Argentina.  Durante su participación en la COP16, ARAUCO presentó sus compromisos con la naturaleza y participó en 10 paneles, en los que dio cuenta de las acciones que desarrolla para la protección de la biodiversidad y de especies amenazadas en Latinoamérica.   “Proteger la naturaleza no solo es un imperativo ético. Su cuidado va en beneficio directo de las empresas que trabajamos con activos biológicos. Nuestra productividad y sostenibilidad dependen de ella”, señala Juan Anzieta.  La filial forestal ha integrado la biodiversidad en el corazón de su estrategia empresarial.   Restauración ecológica: una meta tangible  Pablo Ramírez de Arellano, investigador principal de Manejo Ecosistémico de ARAUCO, explica que en un mundo donde la ventana de oportunidad para generar cambios se estrecha, es importante priorizar acciones de conservación y restauración en sitios que generen la mayor rentabilidad socioambiental.   “Estudios indican que restaurar el 15% de las áreas degradadas prioritarias puede evitar el 60% de las extinciones y capturar el 30% del CO₂ acumulado desde la revolución industrial. Más que la superficie, lo relevante es la calidad de esa superficie», recalca.   Por ello, la estrategia de ARAUCO se enfoca en áreas críticas que aportan hábitats para especies amenazadas y fortalecen servicios ecosistémicos, como la regulación del agua, la conservación del suelo y el almacenamiento de carbono.  «Tenemos el compromiso de no sustituir bosques nativos y promover su conservación, lo cual ya implica aproximadamente 500 mil hectáreas de conservación en Sudamérica, y contamos con un plan de restauración de más de 25 mil hectáreas en sitios de alta prioridad, de las cuales 10 mil ya se encuentran en proceso. La restauración ecológica nos permitirá conservar más del 30% de nuestro patrimonio, en línea con las metas globales», agrega Ramírez de Arellano.  Ciencia, tecnología y academia al servicio de la naturaleza  Para garantizar que sus esfuerzos tengan impacto a largo plazo, ARAUCO ha apostado por la investigación desde muy temprano, a través del centro de investigación y desarrollo Bioforest, desde donde han surgido parte importante de los protocolos asociados a la biodiversidad y a servicios ecosistémicos.  “Contar con Bioforest también ha facilitado ampliar la red de colaboración, actuando de puente entre la academia y la operación industrial. Al mismo tiempo, la gran cantidad de información que genera ARAUCO nos ha permitido, en una relación virtuosa, ser parte de múltiples proyectos de investigación asociativa”, comenta Juan Anzieta.  La filial también ha dado importantes pasos en la adopción de tecnologías avanzadas, colaborado con instituciones académicas y startups locales. Un ejemplo destacado, que estuvo presente en la COP16, es su trabajo con Ecogen y Lemu -parte de Arauco Ventures-, cuyos análisis de ADN ambiental y datos satelitales permiten identificar especies y ecosistemas prioritarios para la conservación.  «Estamos utilizando big data para seleccionar áreas de restauración con criterios científicos, maximizando así los beneficios locales y globales», añade Anzieta.   Midiendo el capital natural  En el marco de la estrategia de ARAUCO, la compañía se propuso en 2022 ser Nature Positive, es decir, asegurar que el impacto de sus actividades en la naturaleza sea positivo.   Un paso clave en este camino ha sido el desarrollo

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Fundación Educacional Arauco: 35 años entregando mejor educación a las nuevas generaciones 

Fundación Educacional Arauco: 35 años entregando mejor educación a las nuevas generaciones  Con más de tres décadas de trayectoria, la organización ha impulsado una mejor educación en las localidades en que ARAUCO tiene presencia, enfocándose en la formación docente y el apoyo a las escuelas.   Su labor ha beneficiado a miles de estudiantes y profesores, contribuyendo a un sistema más inclusivo y de mayor calidad.  En 1989, ARAUCO se embarcó en un proyecto que se alejaba de su actividad principal. Buscando promover el desarrollo de las comunidades en las que tenía presencia, en las regiones del Maule, Ñuble, Biobío y Los Ríos, dio vida a una iniciativa que tenía como principal objetivo disminuir las brechas educativas en aquellas zonas rurales que enfrentaban realidades desafiantes, y ser un agente de cambio en la vida de miles de niñas, niños y jóvenes.  Así, hace 35 años, nació Fundación Educacional Arauco, una entidad financiada por la filial forestal de Empresas Copec, que ha enfocado sus esfuerzos en el fortalecimiento de los docentes, proporcionando espacios de formación y desarrollo profesional a través de diversos programas que enriquecen sus habilidades pedagógicas y emocionales, esenciales para ejercer un impacto significativo en la sala de clases.  Un legado a las futuras generaciones  Los primeros años de Fundación Educacional Arauco estuvieron marcados por un contexto desafiante en el sector de la educación, donde las necesidades de infraestructura, materiales y formación eran significativas. En línea con esa realidad, se consideró que era necesario definir un foco claro que permitiera generar un impacto real y sostenible. Así, se optó por concentrar los esfuerzos en uno de los elementos clave, sino el más importante, para transformar las escuelas: los docentes.  Isidora Recart, quien es parte de la institución educativa desde 1991 y lidera al equipo como directora ejecutiva de la Fundación desde 2014, destaca que “el momento en que decidimos entregar herramientas a los formadores fue el primer paso para definir el impacto que buscábamos, ya que este iba a incidir directamente en el aprendizaje de los estudiantes, generando un efecto multiplicador que iba a ir más allá de la sala de clases y que, además, aportaba con una visión a largo plazo”.  Junto con capacitar a los docentes, la organización adoptó una estrategia integral que involucraba también a los directivos y a las familias. Así, se descubrió que para que una transformación fuera efectiva y sostenible debía abarcar a toda la comunidad estudiantil.   El siguiente paso que marcó los inicios de la institución fue garantizar que los contenidos y las metodologías aplicadas fueran de calidad y pertinentes a cada una de las realidades. “Para lograr este objetivo se trabajó desde el principio con profesionales expertos en diversas áreas, quienes colaboraban con los equipos internos de la Fundación para asegurar la relevancia y efectividad de cada programa”, precisa Isidora Recart. En paralelo, la evaluación se convirtió en una herramienta central, ya que tenía como objetivo medir el impacto y asegurar que los aprendizajes se ajustaran de forma continua a las necesidades de las escuelas.  En esos primeros años, también se tomó una decisión que sería clave en su historia: sumar la autoestima como un área fundamental del aprendizaje. “En una época donde este tema no se abordaba con la relevancia que tiene hoy, la Fundación apostó por una visión integral del desarrollo de los estudiantes, que abarcaba tanto aspectos académicos como socioemocionales”, destaca la directora ejecutiva.  Y así, a medida que avanzaba la década del 2000, se amplió el foco, reconociendo la importancia de las primeras etapas del desarrollo, incorporando el trabajo en la primera infancia bajo la premisa de que para que una trayectoria educativa fuera exitosa, los cimientos debían ser sólidos desde los primeros años.  “Durante el último tiempo hemos puesto grandes esfuerzos en garantizar la continuidad de los estudiantes y evitar la deserción, un tema crucial hoy en día para la equidad”, comenta Recart. Además, se ha mantenido un compromiso con el desarrollo integral de los estudiantes, lo que se refleja en su apoyo a las orquestas infantiles y juveniles. Desde sus inicios, la Fundación ha impulsado esta iniciativa, que actualmente apoya a siete orquestas en diversas localidades, promoviendo el desarrollo artístico y personal de los alumnos.  Desarrollo de habilidades para la educación  La labor principal de la fundación a lo largo de sus más de tres décadas de trayectoria se ha centrado en la creación de programas de formación. Así, desde la institución se imparten distintos programas de lenguaje, matemáticas y autoestima. Además, se ha buscado impulsar el trabajo con bibliotecas y bibliomóviles, apoyando a 19 comunas en cuatro regiones, proporcionando recursos y formación en mediación lectora, con la que se busca compartir prácticas, recursos y metodologías para acercar los libros a las localidades más alejadas, fomentando el hábito y gusto por la lectura.  Destacan también programas de primera infancia en diferentes localidades, así como también cursos de liderazgo pedagógico y directivo. Adicionalmente, durante la historia de la fundación se han realizado múltiples cursos cortos de actualización, seminarios, conversatorios e instancias de reflexión.  En cuanto a los programas más actuales, este año se habilitó el curso Dominio Lector, en el cual se han inscrito 4.948 profesores, y que enseña cómo evaluar la lectura oral para reconocer cuánto se ha avanzado y detectar de manera temprana a los estudiantes que requieren apoyo. “Es un curso online que ya ha certificado a 1.368 profesionales, convocando a 13 países y, en Chile, a 278 comunas de las 15 regiones del país, disponibilizando, además, una plataforma para registrar resultados en línea y el libro digital”, agrega Recart.   Un impacto sostenible  La fundación participa activamente en las regiones donde ARAUCO tiene presencia, en Maule, Ñuble, Biobío y Los Ríos, con especial énfasis en las escuelas rurales. En estas localidades, más del 75% de las escuelas municipales son rurales, atendiendo al 31% de la matrícula escolar. A nivel nacional, las escuelas rurales representan casi el 30% de los establecimientos educativos y el 8% de la matrícula del país, según cifras del Ministerio

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Un modelo de país que aprenda, por John Müller

Por John Müller  Periodista de larga y destacada trayectoria en medios nacionales y españoles. Participó en la fundación del diario El Mundo de España en 1989, donde trabajó 25 años y llegó a ser director Adjunto. Actualmente es editorialista del diario ABC de Madrid y columnista de Radio Pauta de Chile.  Leo en el libro “Cómo Chile evitó ser un caso de desarrollo frustrado” el siguiente resumen: “En 2050, el PIB per cápita superó los 90.000 dólares. El milagro económico que llevó al país al desarrollo fue fruto del Gran Acuerdo Nacional de 2026, alcanzado por el Congreso y ratificado en un plebiscito por el 70% de los votantes, tras constatar que tres lustros de estancamiento no satisfacían las ambiciones de los chilenos. Los cambios fueron básicamente políticos: el primero, fue volver a un sistema electoral que estimulaba mayorías y acuerdos, y el segundo, pasar a un régimen parlamentario, donde los gobiernos son fruto de la negociación en el Congreso. El Presidente de la República pasó a ser solo jefe de Estado y se ocupa de proteger y ampliar los grandes consensos que son tres: mantener un estricto manejo fiscal que impide endeudar a las generaciones futuras; una economía de libre mercado centrada en el crecimiento y el respeto a la propiedad privada, y la protección del medioambiente y la integridad del país. El presidente designa al ministro del Interior, que ejerce como jefe del Gobierno mientras cuenta con el apoyo de una mayoría del Congreso”.  No existe el libro del que habla el párrafo anterior. Sí está disponible su antecedente, ‘Chile: un caso de desarrollo frustrado’, publicado en 1959 por Aníbal Pinto Santa Cruz, un recordatorio de lo antigua que es la aspiración chilena de alcanzar el desarrollo. Y, también, un ejemplo triste de que con las ideas que dominaron la política chilena hasta 1973, incluidas las del propio Pinto Santa Cruz, el país era un quiero y no puedo. Un Chile cuya élite, a la que él pertenecía, podía alcanzar altas cumbres, pero que solo servían de ejemplo para una gran masa que ni comía ni se vestía con eso.  “Lo que nos pasa tiene mucho que ver con un aforismo de Séneca: ‘No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va’”. La prosperidad a gran escala, la que permitió reducir la pobreza extrema a un dígito, solo la trajo la combinación de las ideas liberales de los economistas de Chicago -el denostado “modelo”- y la legitimidad de un sistema democrático. Sin embargo, la obsesión con la idea de una Constitución impura, nacida de un trauma equivalente a las circunstancias que rodearon la creación de las constituciones de Alemania o Japón, llevó a los políticos a emprender una serie de cambios (y a no hacer otros), que en 2016 ya habían mutado la fisonomía de un país que crecía en torno al 6% en la década de 1990.  Uno de los cambios fue decretar la muerte del Chile desregulado y de bajos impuestos y cercenar la posibilidad de seguir un arquetipo como el irlandés, que podía haber convertido al país en una plataforma atractiva para el desarrollo tecnológico y todo tipo de negocios. Se le critica al modelo de baja tributación irlandés que el dinero de las big tech solo pasa por ahí y no deja nada, pero esa es una mirada sesgada, porque el dinero “pasa por ahí” creando empleos, infraestructuras y elevando la cualificación de una población que, además, tiene la suerte de dominar la “lingua franca” que es el inglés. Entre ser Irlanda o imitar a Italia o Grecia, Chile apostó por las segundas, sin estar en Europa y sin Imperio Romano ni Pericles.  “Entre ser Irlanda o imitar a Italia o Grecia, Chile apostó por las segundas, sin estar en Europa y sin Imperio Romano ni Pericles”.  La compuerta para una subida desbocada de impuestos empresariales la abrió Sebastián Piñera en su primer gobierno y la remató Michelle Bachelet con la reforma de su ministro Arenas en su segundo mandato, que sentenció al país a un bajísimo crecimiento.  El segundo gran cambio fue el deterioro de la política, que perdió capacidad de gobernar el país. Llevados por el mito de que existía un hiperpresidencialismo impuesto por la Constitución de 1980, se debilitó con sucesivas reformas la figura del Presidente, que ya en la primera década del siglo XXI, con el surgimiento de los diputados “díscolos”, daba señas de estar maniatado. El resultado es que desde Bachelet II -y probablemente desde Piñera I- no se ha hecho una reforma que vaya por delante de los problemas nacionales. El Presidente es apenas un guardia de tráfico, que dicta la velocidad de tramitación de las leyes.  Estos pruritos y malas decisiones fueron el fermento del estallido social de 2019, que marca el inicio de una peregrinación del pueblo chileno por el desierto de su frustración. Lo que nos pasa tiene mucho que ver con un aforismo de Séneca: “No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va”.  Es cierto que el modelo económico daba signos de agotamiento en la primera década del siglo XXI. Su gran acierto no fue la liberalización, las privatizaciones y la reducción del tamaño del Estado o los bajos impuestos -que fueron muy relevantes-, sino la temprana apuesta de Chile por la apertura al exterior. Con ella y con el desarme arancelario el país se adelantó tres lustros al gran fenómeno que se aceleraría a partir de 1989 con el fin de la Guerra Fría: la segunda globalización.  El país cosechó durante años el dividendo de esa anticipación y de la visión que la propició. Pero con el cambio de siglo y la entrada de China en la OMC, la globalización empezó a cambiar. Diversos expertos han apuntado que el modelo de apertura comercial de la década de 1990, del que se beneficiaron países como Chile o Corea del Sur, ya no sirve para extraer naciones del subdesarrollo, porque las cadenas de valor y la estructura

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Empresas Copec y filiales: La ruta hacia un financiamiento sostenible

Financiamiento verde: Empresas Copec y filiales: La ruta hacia un financiamiento sostenible Uno de los mayores riesgos que está enfrentando la humanidad en todas las latitudes del mundo es el cambio climático. Frente a esta realidad, las finanzas sostenibles se están consolidando como una alternativa para contribuir a cuidar el medio ambiente y contrarrestar el calentamiento global.  Los tipos de financiamiento sostenibles y verdes son categorías de instrumentos financieros que están adquiriendo un rol clave para potenciar la estrategia y las metas de sostenibilidad.  El uso de estos recursos para financiar medidas de mitigación, nuevas tecnologías limpias y mecanismos para reducir la huella de carbono, entre otras iniciativas, permiten a los gobiernos y empresas enfrentar la crisis climática y avanzar hacia un mundo más sostenible.    Empresas Copec y sus filiales están impulsando estos tipos de financiamiento. Una muestra de ello es que la Compañía llevó a cabo en octubre su primera y exitosa colocación de bonos verdes por un total de UF 4 millones (unos US$ 163 millones). La operación obtuvo el spread corporativo más bajo del año, hasta ese entonces, lo que refleja el gran respaldo obtenido por parte de los inversionistas.   Esta emisión fortalecerá la estrategia y los objetivos de sostenibilidad de la empresa, a través de inversiones en proyectos de energías renovables y eficiencia energética. Los bonos verdes, como herramienta clave, permitirán canalizar recursos hacia activos que respalden el camino hacia el desarrollo sostenible de la Compañía y sus filiales, promoviendo la reducción de emisiones de carbono y aumentando su capacidad de resiliencia frente al cambio climático.  Este hito se da en un contexto en el cual América Latina se está transformando en un mercado dinámico y creciente en financiamiento sostenible, gracias a los esfuerzos de múltiples actores.   De acuerdo con datos recopilados por BNP Paribas, el volumen de emisión global de bonos sostenibles se sitúa en US$ 764.300 millones en lo que va de 2024, un 20% por encima del total de 2023.   Con estas cifras regionales como telón de fondo, Chile se alza como uno de los países líderes a nivel latinoamericano, con un volumen total de emisiones ESG de US$ 64.900 millones, acaparando el 29% de estas operaciones dentro de la región. Un poco más atrás aparecen México con el 28%, y luego Brasil con un 25% de participación, según cifras del banco francés.   De hecho, entre los tres países han representado entre el 80% y el 90% de las colocaciones de este tipo en América Latina en los últimos años, según un informe de S&P Global Ratings publicado en 2024.  Al poner la lupa sobre qué tipo de emisiones sustentables se emiten en Latinoamérica, las cifras que maneja LarrainVial sobre el tema es que casi un 70% de los bonos sostenibles emitidos al primer semestre de 2024 son verdes.   El inicio del camino  La hoja de ruta que llevó a Chile a ser uno de los protagonistas en el financiamiento sostenible y a ocupar el primer puesto en América Latina comenzó hace varios años.   El país fue pionero en emitir un bono soberano verde con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, en 2022, fue uno de los primeros a nivel mundial en lanzar un bono temático vinculado a un objetivo de sostenibilidad.  A nivel gubernamental hay una fuerte apuesta en los denominados bonos temáticos (verdes, sociales y vinculados a la sostenibilidad), que al término de 2023 representaban el 36% de la deuda pública nacional. Desde el Ministerio de Hacienda han asegurado que este porcentaje se ubica entre los mayores del mundo y el desafío es alcanzar un 50% en esta clase de instrumentos para 2026.  Para Empresas Copec la oportunidad de participar en el mercado de bonos verdes fue un proceso natural. El gerente de Administración y Finanzas de la Compañía, Rodrigo Huidobro, destaca que “la sostenibilidad es inherente a la filosofía de negocio y a las áreas de nuestra empresa. Los objetivos de sostenibilidad son indistinguibles de los del negocio».  ¿Por qué? Huidobro explica que cuando buscan crecer en el área forestal, esto se traduce en mayores plantaciones que ayudan a absorber más dióxido de carbono. A ello se suman los planes que desarrollan Copec y Abastible, filiales que están en proceso de transformación de cara a la transición energética. “La sostenibilidad y las iniciativas verdes son inherentes e inseparables, están en el núcleo de negocios de Empresas Copec. Por lo mismo, todo lo que tenga que ver con financiamiento e instrumentos financieros de carácter verde o sostenible son muy apropiados para esta Compañía», refuerza el ejecutivo.  “El financiamiento sostenible representa una herramienta estratégica relevante para las empresas que buscan generar valor a largo plazo», afirma Huidobro.  Huidobro explica, además, que con el primer bono verde emitido por Empresas Copec los fondos fueron traspasados a las filiales como deuda para impulsar un extenso portafolio de proyectos e iniciativas.   Frente a los inversionistas y el respaldo que obtuvo la mencionada emisión, manifiesta que “nos valida como una empresa que hace las cosas bien, que monitorea sus proyectos y que cumple con sus compromisos. En efecto, la operación se hace dentro de un marco de financiamiento sostenible, donde se establecen ámbitos de inversión, gobernanza y criterios para aprobar proyectos, todo validado por un externo, que en este caso fue la empresa Sustainable Fitch”.   A nivel de filiales, ARAUCO fue una de las compañías pioneras, a nivel local, en emitir bonos sustentables y la primera firma forestal en hacerlo en América Latina. Desde 2019 a la fecha ha colocado siete series de bonos en cuatro emisiones.   Copec, en tanto, suscribió en 2023 un crédito sindicado por US$ 200 millones para impulsar iniciativas de energías renovables y de transformación energética.  La toma del timón   El gerente corporativo de Finanzas de ARAUCO, Gianfranco Truffello, precisa que el corazón del negocio forestal es renovable por naturaleza al estar presente en dicha industria. Por ello, el salto hacia las emisiones de deuda de carácter verde era un paso lógico.   Cabe recordar que ARAUCO fue una de las

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Blue Express Copec: Liderando el mercado de la última milla en Chile 

A fines de 2022 Copec cerró la adquisición de Blue Express. Dos años más tarde, la empresa de logística e-commerce ha registrado un aumento de 100% en órdenes de servicio de paquetes y un incremento de 60% en sus ingresos.   Este crecimiento ha estado apalancado fuertemente en la red de estaciones de servicio, pero también alineado con el propósito de la filial Copec: potenciar el desarrollo y el movimiento de las personas, las empresas y el país.  Han pasado dos años desde que Blue Express fue adquirida, por $ 221 mil millones, por la filial Copec. Ha sido, sin duda, una etapa fructífera para la empresa de logística e-commerce, que hoy exhibe resultados más que satisfactorios.   Durante este periodo, Blue Express ha registrado un aumento de 100% en órdenes de servicio de paquetes, pasando de 20 millones en 2022 a 41 millones en 2024. Por otra parte, la capacidad de procesamiento en los centros se ha duplicado: si en 2022 esta era de 250.000 paquetes diarios, hoy la cifra llega a 500.000. Los ingresos, en tanto, han registrado un incremento de 60% en estos dos años, de US$ 108 millones a US$ 162 millones.  ¿Qué hay detrás de este éxito? Olivier Paccot, gerente general de Blue Express desde el año 2019, explica que, a partir del arribo de Copec, la empresa ha experimentado una transformación significativa en su infraestructura y servicios, lo que está vinculado, entre otros elementos, a la red de estaciones de servicio: “La integración con las estaciones de servicio ha sido clave para ampliar nuestra red de distribución, ofreciendo a nuestros clientes más de 680 puntos de retiro adicionales en todo Chile, los que se encuentran disponibles las 24 horas del día”. Esto, explica el ejecutivo, brinda la comodidad de enviar y recibir paquetes a cualquier hora, en ubicaciones accesibles, seguras, con estacionamientos y otros servicios, lo que redunda en una mejor experiencia para el cliente.  Llevando soluciones a cada rincón del país  La integración entre empresas de logística de última milla y estaciones de servicio forma parte de una tendencia que está bastante arraigada en Europa, Asia y Estados Unidos. Esta sinergia comenzó a potenciarse con mucha fuerza a partir de la pandemia del Covid-19, período en que el enorme crecimiento de las compras en línea destapó la necesidad de contar con redes logísticas más ágiles y cercanas al consumidor. En este contexto, los centros de carga de combustible emergieron como entornos ideales para la entrega, recolección y almacenamiento temporal de paquetes, permitiendo a las empresas optimizar costos de distribución, reducir los tiempos de entrega y ofrecer conveniencia a los clientes.  Pero, para la filial Copec, el negocio no solo hacía sentido desde este punto de vista, sino también porque se conecta con el propósito y estrategia del líder del mercado de combustibles y energía de Chile. “La adquisición de Blue Express era muy coherente con nuestro propósito, que busca potenciar el desarrollo y movimiento de las personas, las empresas y el país, generando nuevas soluciones para cada uno de nuestros usuarios en todas las necesidades de su vida cotidiana”, explica Arturo Natho, gerente general de Copec.   En la compañía hay conciencia de que el mundo vive un momento de transición energética. Ello, sumado a la mirada de largo plazo y a su espíritu de aportar al país, impulsó la decisión de explorar un trabajo conjunto. “Esta estrategia nos permite integrar nuestro negocio tradicional con nuevos desarrollos, particularmente en las áreas de Nuevas Energías, Nueva Movilidad y Nueva Conveniencia, alineándonos tanto con las necesidades actuales como con las futuras de los chilenos. Constantemente buscamos oportunidades para aportar a las diversas necesidades de nuestros clientes y, en este contexto, Blue Express representa una solución innovadora, que responde a las crecientes demandas de conveniencia en la logística y distribución de paquetería. Desde hace ya algunos años hemos decidido ampliar nuestros ámbitos de operación y participar de otros negocios donde nuestra experiencia y foco en el cliente, así como nuestra amplia red de estaciones de servicio, con operación 24/7 a lo largo de todo el país, puedan contribuir y ser elementos diferenciadores”, afirma Arturo Natho.   Por su parte, Olivier Paccot señala que ambas organizaciones comparten el foco por querer hacer más fácil la vida de las personas, conectando comunidades y brindando soluciones logísticas efectivas en cada rincón del país. “Lo que realmente marca la diferencia es la mirada a largo plazo que tiene Copec, siempre enfocada en construir soluciones sostenibles para un Chile mejor. Gracias a su infraestructura, su capacidad para levantar metas ambiciosas y su visión estratégica, podemos proyectarnos con confianza, creando soluciones que no solo responden a las necesidades actuales, sino que también nos posicionan como líderes en la industria en el futuro”, agrega Paccot.  Logística de clase mundial  Este período ha dado numerosos frutos. Hoy, Blue Express destaca por ofrecer la red de puntos de entrega y recogida más grande de Chile, alcanzando el 99,9% de los domicilios en el territorio nacional. Además, los clientes pueden autogestionar sus envíos en las estaciones Copec, lo que a la fecha constituye un servicio único en Chile y que se ve impulsado por la expansión que han experimentado los puntos de entrega, que pasaron de 1.230 en 2022 a más de 3.000 en 2024, lo que en la práctica se ha traducido en tener presencia en todas las comunas de Chile. “Pero nuestro valor diferencial va mucho más allá de la entrega de última milla: Blue Express es una solución logística integral. Ofrecemos un conjunto completo de servicios, desde la recepción de cargas hasta el almacenamiento, preparación y entrega de pedidos de e-commerce a lo largo de Chile en un plazo de 24 horas. Además, facilitamos la gestión de devoluciones y cambios a través de nuestro sistema de devoluciones con Reversso”, señala Paccot. Esta última es una startup chilena que automatiza devoluciones y cambios en el e-commerce.  Uno de los desafíos principales que enfrentaron tras la llegada a Copec fue incluir un nuevo segmento de clientes: el de

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Roberto Angelini: “Addressing major global challenges requires a long-term view”

Few people know that Roberto Angelini’s dream was to study medicine, but he decided to give up that dream in order to continue with the business that had meant so much effort and sacrifice for his family. Furthermore, few know that, upon graduating from the Pontificia Universidad Católica with a degree in Civil Engineering, the current chairman of Empresas Copec did not immediately join the companies of the business group, which at that time were concentrated in the fishing sector. His first work experience was as an employee at Indus Lever (now known as Unilever), where he worked for two years as a Product Development Engineer.  “I carry fishing in my soul because we started out as a family in this industry when we arrived in Chile in the early 1950s.”  It was in the mid-1970s when Roberto Angelini joined the business group.  Following in the footsteps of his father, Gino, he moved to live in Arica, where he began his career as an engineer at the Eperva plant. About those beginnings, his almost five decades working in the companies and the current and future challenges, is what Roberto Angelini talks about in this interview conducted by Francisca Riveros, Chief Communications Officer of Empresas Copec.   What memories do you have of the beginning of your career in the business group?  I started working at Eperva as a plant engineer, under the administration of Mr. Abilio Gutiérrez, a contemporary of my father, who was a great teacher.  I keep the best memories of that time, since I started a new life in Arica with my wife Ana Maria and my daughter Daniela, who at that time was only six months old. And, the following year, my son Maurizio was born. So these memories are shaped by the first years of life of my two eldest children. And it was a fortune, because we lived in a very quiet city, where I had the possibility to have lunch at home every day and to lead a very close family life.  You have always said that, for you, the fishing industry has a special meaning. Why?  Well, I carry it in my soul because we started out as a family in this industry when we arrived in Chile in the early 50’s. My father started the Arica plant; then Abilio Gutiérrez succeeded him, whom I replaced, and later, his son, Jorge Gutiérrez, took my place. So it was a rather unbelievable chain of events. It was a succession from father to son, a very beautiful story.  That is why I have such a strong feeling, so close to my heart, that comes from when we started in the fishing activity, affections that last until today.  After almost five decades working in this business group, what are the most significant changes you have seen during this period? Well, as I said, we started with a small fishing company, Eperva, and then we grew in this area by adding other companies in the same business. Then, in the 1960s, we entered the forestry sector through Maderas Prensadas Cholguán. We were, until then, a small business group. We took the big leap in 1985, when we entered Copec, a company which, at that time, was practically bankrupt. We then had to rationalize all operations, pay debts, reorganize the whole company. At that time, Copec had investments as diverse as ARAUCO, Banco de Santiago, CCU, Ladeco, Saesa, Frontel, the retail company ABC and the Pesquera Guanaye. But we decided to focus only on the forestry and energy businesses and gradually sell the rest of the companies that were not related to those. Over time, we have seen how, thanks to the work of a great team, each of these sectors has developed, both locally and internationally, mainly through ARAUCO, Copec and Abastible. In recent years, we have added a mining arm with Mina Justa in Peru, and the fishing area has diversified into the food industry with Nutrisco.    And among so many changes, what has remained intact in the business group? What has prevailed intact is, first, integrity; second, excellent human relations; third, loyalty; fourth, long-term vision; and fifth, responsibility. These are five characteristics that we have maintained and I hope they will always remain in the administration of Empresas Copec.  For me they are core values. Everything we have achieved as a business group is not done alone, but together with a team of people, with very close human relationships. And with great loyalty. That is what I would say is the basis of a very solid team, very united, where we move forward and grow together.  What has been the most complex moment you have had to face during this period?  There have been several, as usual in the business world. Of course, one of the most difficult moments was when we had a long and complex arbitration trial with Carter Holt Harvey, from New Zealand, that was later acquired by US International Paper. We had invested in Copec in 1985, together with the New Zealand company, but the latter was later acquired by International Paper, which in turn was a competitor of ARAUCO, so they had a clear conflict of interest. There were many years of litigations, as they wanted to disregard the administration powers that the Chilean Group had over the joint business. I had never been involved in a situation of that nature before. Fortunately, it ended very well for the Group, since the arbitrator agreed with us that we had the administration and ordered Carter Holt Harvey to pay the damages it had caused.  At the end, Carter Hold Harvey sold us its share, for US$1.2 billion, leaving us with 60% of the control of Copec, through AntarChile.  And, of course, there are other difficult moments, which have occurred in the past and have challenged the professional and management team, leaving us lessons to be learned and encouraging us to review, strengthen and promote continuous improvements in our standards and

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Silence, please. We need to think, by Eduardo Navarro

When imagining the future, it seems inevitable to ask ourselves: how do we dream what our country will be like in the next two or three decades? A necessary and urgent question, which seems to find increasingly limited answers. While in the past there seemed to be collective dreams of progress and development for Chile, today there is a worrying shortage of projects. The collective ones are disappearing, and the personal ones are limited. We have reduced our aspirations to the immediate, losing the ability to imagine, project or dream that society we want to be in the future, and for which we can work today to make it come true. Tomorrow’s goals, today’s sacrifices.  Those of us who participate in the business world, or in an entrepreneurial activity, are dreamers by nature. We are not satisfied with what exists, but we constantly plan for what could be. We imagine, plan and realize possibilities, almost always in scenarios of uncertainty. Dreaming is not synonymous with being naive, but is the first step towards action.   To try to change the world, through what we do, optimism is indispensable, a clear stamp that distinguishes businessmen and entrepreneurs. But taking risks and believing in a given project with confidence does not mean being unrealistic, so it is always necessary to understand limits and challenging environments. Therefore, it is natural to look for the best options and scenarios to carry out investments, and that is not ideology, it is simply risk management.  “Those of us who participate in the business world, or in an entrepreneurial activity, are dreamers by nature. We are not satisfied with what exists, but we constantly plan for what could be. We imagine, plan and realize possibilities, almost always in scenarios of uncertainty. Dreaming is not synonymous with being naive, but is the first step towards action.”   Chile is not at its best moment in terms of economic growth. No one can be satisfied with the current figures, as even the country’s highest authorities have recently acknowledged. It is positive that at least we are all aware of this reality, especially after so much time wasted in discussing how little we are growing, focusing more on explaining the past than on unlocking the future. Because, if we remain paralyzed in this discussion, others are moving forward and taking leading positions in industries of the future, leveraging opportunities that we could be missing. Economic growth is a source of wellbeing for all, and is the main way to obtain resources to address the social challenges we face, in a sustainable manner. Our country has unique advantages that we should not underestimate. With the copper price hovering around 4 dollars per pound, abundant lithium reserves, the energy transition underway and emerging sectors with great potential, such as green hydrogen, among others, there is no reason for conformism or lack of ambition. What we need is a strategic vision that transforms these resources into sustainable development, as part of a long-term project for the country. This plan must include fostering an environment that encourages investment, productivity and innovation. And this goes beyond legal improvements; it requires acting with conviction. It is a matter of attitude.   Another key is to agree on certainties. The country has been dragging along years of uncertainty on a wide range of issues. One of them is related to the tax structure. With the possible reform that is being discussed today, we would add almost twenty modifications of different scales since 1990, that is to say, an average of one amendment every two years. This is an attack against a competitive tax framework, clear rules and legal certainty, essential conditions for attracting foreign and local investment. It is not a matter of avoiding necessary reforms or discussions, but of ensuring that they are balanced, far-sighted and incorporate technical and expert voices, so that they last over time. The issue goes beyond the level of rates: investment is attracted if competitiveness is offered, yes, but above all, stability. In addition, we need a modern and efficient State, which is a strategic partner of new projects. Once we heard an authority of a country where we have made investments tell us that we are “their clients.” This is acting for a shared project for the country, each one in their own role. The initiative being discussed in parliament to speed up permits is an important step to promote greater growth, but it is probably insufficient. It is not enough to reduce project approval times; we must also ensure that these processes provide security. Once the permits have been granted, the necessary certainty must be provided to develop a project, taking into account the legal procedures that have delayed so many initiatives in Chile. In this sense, instead of focusing solely on approving this legislation, would it not be better to carry out a more profound reform of the system? Why not rethink it from scratch and rebuild one that is up to the challenges of the 21st century? A system at the service of citizens, which, maintaining demanding compliance criteria, promotes at the same time entrepreneurship and values the investor as a partner, can make a difference. As important as deadlines is the willingness: we must move from a mindset of opponents to one of a collaborative spirit, understanding that we all win if things are done well and quickly.   We must also finish overcoming ideological prejudices that hinder our potential. In order to grow, private activity is key, not only in Chile, but in all countries that have reached development, taking advantage of their structural strengths and competitive advantages. Chile is a country of natural resources and, far from feeling embarassed about this, we should be proud of it. The forestry and mining industry, for example, are an engine of sustainable development that generates employment and boosts local economies. Building on our strengths, instead of devaluing them, is the key to move forward. But we cannot talk about development

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