La inversión más grande de ARAUCO en su historia, una planta de celulosa que se espera comience a operar en Brasil en 2027, se rige por los lineamientos corporativos en materia de sostenibilidad, aplicando criterios ESG en todas sus etapas y áreas.
Cerca de la localidad de Inocência, en el estado de Mato Grosso do Sul, en Brasil, se desarrolla el proyecto más importante de ARAUCO. Con una inversión de US$ 4.600 millones y una capacidad de producción de 3,5 millones de toneladas de fibra corta de celulosa al año, Sucuriú se prepara para consolidarse, además, como un actor relevante en el desarrollo económico, en la conservación ambiental y el bienestar de la comunidad.
La etapa de movimiento de tierra comenzó en 2024 y la operación está prevista para fines de 2027. En cada una de sus fases, esta ambiciosa iniciativa refleja el compromiso de ARAUCO con prácticas innovadoras y responsables, que equilibran todos los elementos que conforman una gestión sostenible.
La mayor inversión en la historia de la compañía se desarrolla siguiendo los mismos principios y exigencias que rigen en los 11 países donde ARAUCO cuenta con instalaciones industriales. Así lo confirma el vicepresidente Forestal y de Celulosa de ARAUCO, Iván Chamorro, quien destaca la existencia de una política robusta de sostenibilidad, “que busca generar operaciones de largo plazo sostenibles, con un beneficio claro en temas de valor económico, ambiental y social en todas nuestras operaciones”.



Por su parte, el director de Sustentabilidad y Relaciones Institucionales de ARAUCO Brasil, Theófilo Militão, resalta la importancia de trabajar bajo lineamientos comunes, pero con acciones adaptadas a la realidad local. “Por ello, tenemos diversos programas propios, que se suman a aquellos que vienen desde Chile. Así, apuntamos a promover un desarrollo orientado por el respeto y el equilibrio entre las actividades económicas, la preservación del entorno y el progreso de las comunidades”, enfatiza.

Cuidando el medioambiente
La protección del medioambiente y de la biodiversidad es un pilar que orienta todas las etapas del proyecto. Theófilo Militão dice que el cultivo responsable de bosques y la gestión sostenible son prioritarios. “Por ello, constantemente realizamos un monitoreo de la flora y fauna, identificando especies nativas y mapeando áreas prioritarias para su conservación”.
En esa dirección apunta el Plan de Gestión y Monitoreo Ambiental, que incluye más de una veintena de programas y subprogramas que abordan la calidad y consumo del agua, efluentes sanitarios, residuos sólidos, ruido y vibración ambiental, control de polvo y humo negro, entre otros aspectos. De este se desprende un Plan Básico Ambiental, previsto por la legislación brasileña como parte del proceso de evaluación de los emprendimientos, y que contempla acciones de mitigación de impactos ambientales y sociales, así como programas de recuperación, monitoreo y gestión de residuos.
Cuando esté en funcionamiento, Sucuriú aplicará los más altos estándares ambientales y las mejores tecnologías disponibles para el abatimiento de emisiones aéreas y líquidas, en línea con las mejores prácticas internacionales. “Además, contará con un centro de valorización para tener cero residuos sólidos y, de esa forma, contribuir significativamente a la meta corporativa”, añade Iván Chamorro.
La planta cumple con parámetros que aseguran que las emisiones al aire serán muy inferiores a los límites exigidos por la legislación; en algunos casos, se reducen hasta un 20% bajo el máximo permitido. Con ese objetivo se realizó un estudio de dispersión atmosférica para definir la altura de la chimenea y evitar impactos en la calidad del aire de la región.
De la mano de la comunidad
La compañía mantiene un diálogo permanente con la comunidad local, a través de encuentros abiertos con la población de Inocência y sus alrededores, para informar sobre la evolución del proyecto y atender las expectativas de los residentes. Asimismo, desarrolla estudios que contribuyen al alineamiento con líderes y autoridades.
En febrero de este año, ARAUCO Brasil anunció una inversión cercana a los US$ 15 millones en el Plan Estratégico Socioambiental. Se trata de un modelo de gobernanza compartida y transparente, que reúne a la empresa y a los gobiernos municipal y estatal para garantizar la implementación de acciones en áreas como salud, seguridad pública, asistencia social, educación, economía, trabajo e ingresos, transporte y otras.
Uno de los hitos de la integración con las personas fue la inauguración de la Casa ARAUCO, en diciembre último.
Este espacio, que ya es un punto de encuentro y un referente en la ciudad de Inocência, fue construido con atributos sostenibles y está diseñado para crear conexiones, educar sobre la fabricación de celulosa y fomentar el diálogo.

“Un proyecto grandioso como Sucuriú tiene el potencial de dejar, con igual grandeza, un legado importante para la región. Valoramos el origen y el respeto a la historia de Inocência y de las personas de aquí y reafirmamos nuestro compromiso a largo plazo con el desarrollo local”, expresa Theófilo Militão. “Es un proyecto que va más allá de la fábrica, abraza a la comunidad y a todo su entorno, fomentando un crecimiento compartido, promoviendo la generación de empleos, el crecimiento económico y una relación transparente y participativa con la comunidad”, agrega el ejecutivo.
Empleo y desarrollo
En la etapa de construcción habrá un peak de 15 mil personas trabajando y cuando la instalación esté en funcionamiento se estima que se abrirán aproximadamente seis mil puestos: tres mil en las faenas forestales, dos mil en las operaciones de logística y mil personas más en la planta misma.
La mirada corporativa frente a la sostenibilidad de sus operaciones se convierte en un compromiso que cruza todos los eslabones de la cadena de valor, y los colaboradores son una parte fundamental. Por ello, se invierte en capacitación, alineación de valores y buenas prácticas, de modo de preparar a cada profesional para actuar de manera responsable y en sintonía con la cultura organizacional. Respecto de los proveedores, estos son invitados a reuniones de inicio, donde se presenta la Política de Sostenibilidad y el desglose de las directrices de la Política de Medioambiente, Calidad, Seguridad y Salud Ocupacional de ARAUCO.

Iván Chamorro indica que el aporte social de Sucuriú es evidente y se refleja en el involucramiento de la compañía en diversos temas de interés. “Estamos participando activamente en áreas que contribuyen a generar una calidad de vida y un entorno amigable para las personas que viven y trabajan en las cercanías, tal como lo hacemos en distintas partes del mundo. Y, desde el punto de vista del valor económico para la empresa, este proyecto es estratégico, pues va a ser la planta de celulosa más grande que tiene el Grupo, con una contribución significativa al Ebitda de la compañía”, acota.
La mayor inversión en la historia de la compañía se desarrolla siguiendo una política robusta de sostenibilidad, que rige en los 11 países donde ARAUCO cuenta con instalaciones industriales.
Para Theófilo Militão “Sucuriú se erige como un importante polo de desarrollo, que contribuye a la atracción de inversiones locales con proyección global para la región, el estado y el país donde se encuentra, practicando y promoviendo la sostenibilidad en todas sus dimensiones”.