Roberto Angelini: “Enfrentar los grandes desafíos globales requiere de una mirada a largo plazo”
Pocos saben que el sueño de Roberto Angelini era estudiar medicina, pero decidió renunciar a ese anhelo para poder continuar con el negocio que tanto esfuerzo y sacrificio había significado a su familia. Además, pocos saben que, al egresar de la carrera de Ingeniería Civil de la Pontificia Universidad Católica, el actual presidente de Empresas Copec no entró a trabajar inmediatamente a las compañías del grupo empresarial, concentradas, en ese entonces, en el sector pesquero. Su primera experiencia laboral fue como empleado en Indus Lever (hoy conocida como Unilever), donde durante dos años se desempeñó como ingeniero de Desarrollo de Productos. “Llevo la pesca en el alma porque nosotros partimos emprendiendo como familia en este rubro, cuando llegamos a Chile, a comienzos de los años 50’”. Fue a mediados de la década de los 70’ cuando Roberto Angelini ingresó al grupo empresarial. Siguiendo los pasos de su padre, Gino, se trasladó a vivir a Arica, donde comenzó su carrera como ingeniero en la planta Eperva. De aquellos inicios, de lo que han sido casi cinco décadas trabajando en las compañías y de los desafíos actuales y futuros habla Roberto Angelini en esta entrevista, realizada por la gerenta de Comunicaciones de Empresas Copec, Francisca Riveros. ¿Qué recuerdos tienes del comienzo de tu carrera en el grupo empresarial? Yo entré a trabajar a Eperva como ingeniero de planta, bajo la administración de don Abilio Gutiérrez, contemporáneo de mi padre y quien fue un gran maestro. Guardo los mejores recuerdos de esa época, ya que empecé una nueva vida en Arica junto a mi señora Ana María y a mi hija Daniela, quien en ese entonces tenía tan solo seis meses de edad. Y, al año siguiente, nació mi hijo Maurizio. Entonces estos recuerdos están marcados por los primeros años de vida de mis dos hijos mayores. Y fue una fortuna, porque vivíamos en una ciudad muy tranquila, donde yo tenía la posibilidad de ir a almorzar a mi casa todos los días y de llevar una vida familiar muy unida. Siempre has comentado que, para ti, el rubro de la pesca tiene un significado especial ¿Por qué? Bueno, la llevo en el alma porque nosotros partimos emprendiendo como familia en este rubro cuando llegamos a Chile, a comienzos de los años 50’. Mi padre echó a andar la planta de Arica; luego, lo sucede Abilio Gutiérrez, a quien reemplazo yo y, posteriormente, un hijo de él, Jorge Gutiérrez, toma mi lugar. Entonces fue una cadena, digamos, increíble. Fue una sucesión de padre a hijo, una historia muy bonita. Por eso tengo ese sentimiento tan fuerte, tan apegado al corazón, que viene desde que partimos en la actividad pesquera, afectos que perduran hasta el día de hoy. Tras casi cinco décadas trabajando en este grupo empresarial, ¿cuáles son los cambios más significativos que has visto durante este periodo? Bueno, como te contaba, empezamos con una pequeña empresa pesquera, Eperva, y, después, fuimos creciendo en este rubro, al incorporar otras compañías en esta misma actividad. Luego, en la década del ´60’ entramos al sector forestal, a través de Maderas Prensadas Cholguán. Éramos, hasta ese entonces, un pequeño grupo empresarial. El salto grande lo dimos en 1985, cuando entramos a Copec, una empresa que, en ese momento, estaba prácticamente quebrada. Entonces tuvimos que racionalizar todas las operaciones, pagar deudas, reorganizar toda la compañía. En ese entonces, Copec tenía inversiones tan distintas como ARAUCO, el Banco de Santiago, CCU, Ladeco, Saesa, Frontel, empresa de retail ABC y la Pesquera Guanaye. Pero nosotros decidimos centrarnos solo en los negocios de las áreas forestal y energía y vender paulatinamente el resto de las sociedades que no tenían relación con aquellos. Y, con el tiempo, hemos visto como, gracias al trabajo de un gran equipo, cada uno de estos sectores se fue desarrollando, tanto local e internacionalmente, a través de ARAUCO, Copec y Abastible, principalmente. Y, durante los últimos años se les agregó un brazo minero, con Mina Justa, en Perú y, el área pesquera se diversificó hacia la alimentación, con Nutrisco. ¿Y entre tantos cambios, qué se ha mantenido intacto en el grupo empresarial? Lo que ha prevalecido intacto es, primero, la integridad; segundo, las excelentes relaciones humanas; tercero, la lealtad; cuarto, la visión de largo plazo y, quinto, la responsabilidad. Esas son cinco características que hemos mantenido y ojalá perduren siempre en la administración de Empresas Copec. Para mí son valores fundamentales. Todo lo que hemos logrado como grupo empresarial no se hace solo, sino en conjunto con un equipo de personas, con relaciones humanas muy cercanas. Y con mucha lealtad. Eso es lo que yo diría que es la base de un equipo muy afiatado, muy unido, donde avanzamos y crecemos juntos. ¿Cuál ha sido el momento más complejo que te ha tocado enfrentar en este periodo? Han sido varios, como es habitual en el mundo de la empresa. Por supuesto, uno de los momentos más difíciles fue cuando tuvimos un largo y complejo juicio arbitral con Carter Holt Harvey, empresa de Nueva Zelandia, que pasó a ser controlada por una empresa americana, International Paper. Nosotros habíamos invertido en Copec, en 1985, junto a la compañía neozelandesa, pero esta fue adquirida posteriormente por International Paper, la cual, a su vez, era competencia de ARAUCO, por lo que tenían un claro conflicto de interés. Fueron muchos años de juicios, ya que ellos querían desconocer las facultades de administración que tenía el Grupo chileno sobre el negocio común. Yo nunca había estado involucrado antes en una situación de esa naturaleza. Afortunadamente, terminó muy bien para el Grupo, ya que el árbitro nos dio la razón de que nosotros teníamos la administración y condenó a Carter Holt Harvey a pagar los perjuicios que había causado. En definitiva, Carter Holt Harvey nos vendió su parte, por $1.200 millones de dólares, quedando nosotros con el 60% del control de Copec, a través de AntarChile. Y, por supuesto, hay otros momentos difíciles ocurridos en el pasado y que han desafiado al