Limpieza de agua contaminada:
Innovación con sentido y sin arraigos ideológicos
Por Alfredo Zolezzi, Gerente de Innovación y fundador de Plasma Waters Inc.
Diseñador industrial chileno, experto en innovación tecnológica, creador del concepto Innovación con Sentido y del Modelo de los Objetivos Integrados que conecta ciencia y tecnología con problemáticas sociales y medioambientales; inventor y fundador de Plasma Waters.
Me pidieron escribir en esta revista corporativa luego de participar en el Congreso Futuro en enero de este año. Expuse en el espacio más importante de divulgación científica e innovación de nuestro país sobre lo que estamos haciendo, es decir, transformando agua contaminada en plasma no-térmico, que es otro estado de la materia. Un quiebre tecnológico enorme, sobre todo en un momento en que el planeta se está quedando sin agua y sin alimentos.
Nuestra tecnología transforma cualquier flujo de agua en un compuesto natural que impide la propagación de pestes y enfermedades en los cultivos, generando además una germinación más eficiente y un incremento en la producción.
Esta innovación logra romper la molécula del agua produciendo “signaling molecules”, que son moléculas de señalización que facilitan la comunicación entre las células, generando la expresión genética que necesitan los cultivos para un mejor desarrollo y ser más resilientes, incrementando la tolerancia al calor y la falta de agua. No estamos modificando genéticamente las plantas, las estamos reconociendo como un ser vivo inteligente capaz de detectar temperatura, minerales esenciales, nutrientes, humedad, calor, plagas, pestes y enfermedades.
Los resultados están siendo extraordinarios. Estamos aplicando esta tecnología en California, Texas, Arizona y Florida, en EE.UU. Además, recientemente suscribimos un acuerdo con una cooperativa que provee asistencia técnica y financiera a más de seis millones de agricultores en India, y con un laboratorio de biología molecular y banco de semillas en el mismo país.
Los incrementos de producción parecen milagrosos, no son de un dígito, sino que bastante más grandes, y se logran sin químicos. Estamos desarrollando la genética molecular para evidenciar, desde la ciencia, el cómo generamos esa tan necesaria expresión genética sin manipular la naturaleza y en forma completamente natural.
Sin embargo, mi exposición en el Congreso Futuro no se basó en los aspectos tecnológicos de mi trabajo, sino que en cómo utilizar los avances científicos para dar una pronta respuesta a nuestras preocupaciones, temores y anhelos, cuando nuestro país más lo necesita.
Desde la base
La innovación surge de explorar caminos alternativos, de romper con lo establecido y no temer al cambio cuando este busca mejorar. ¿Qué pasaría si propusiéramos un proyecto de innovación colectiva, que imagine y trabaje por un Chile mejor? No necesitaríamos más recursos económicos, ni tecnología, ni política, ni ideología, sino que Colaboración Efectiva entre todos nosotros.
Esto no es responsabilidad de la autoridad de turno, sino que de todos quienes constituimos la sociedad. Hace mucho que las ideas, las visiones y propuestas no se analizan por su mérito, sino que por quién las dice y a qué sector representan.
Otro de los grandes problemas que quisimos abordar con nuestras soluciones tecnológicas son los referidos al acceso a agua segura. Más de cinco mil millones de personas van a enfrentar escasez de agua segura para el 2050 (según cifras de la ONU). Estamos hablando del futuro, y todavía hay personas que confunden futuro con un calendario. El futuro son los niños, y esos niños no pueden estar muriendo porque no tienen agua segura.
¿Qué es lo que hicimos? Generamos una máquina que transforma un flujo continuo de agua contaminada en plasma no térmico. Al romper la molécula del agua generamos ciertos radicales y una combinación de efectos que nos permiten pasar de mil millones de bacterias de cólera a cero, ocupando menos energía que un secador de pelo.
Estas dos tecnologías inventadas en Chile por nosotros son de por sí muy disruptivas. Sin embargo, lo verdaderamente disruptivo es que las estamos llevando donde realmente se necesita, a niños y niñas en Mukuru, en las afueras de Nairobi, a India y a nuestro propio país. Tenemos más de 10 mil niños recibiendo agua segura.
Doy gracias a Dios por haberme permitido crear estas tecnologías y posicionar internacionalmente la Innovación con Sentido como una solución diferente y eficaz para los grandes desafíos que enfrentamos hoy como sociedad. Desafíos que se hacen aún más graves y urgentes por el cambio climático. Esto no solo es una posibilidad increíble para hacer un negocio global de proporciones difíciles de dimensionar, sino que también es una gran responsabilidad.
Innovación con Sentido
La Innovación con Sentido postula que llevando nuestras tecnologías primero a quienes más las necesitan vamos a romper con la contradicción de tener tecnología y conocimiento disponibles como nunca en la historia, pero sin lograr impactar la vida de las personas más pobres, o al menos no en forma suficiente.
Esto no solo hace sentido desde la justicia social, sino que comercialmente está generando activación de demanda exponencial por nuestros productos. No vamos a vender máquinas, sino que servicios con total transparencia y trazabilidad, utilizando tecnología Blockchain y protocolos MQTT, que cada uno de nuestros equipos tienen incorporados desde hace ya más de cinco años.
Haremos que estas tecnologías y servicios sean accesibles, inclusivos y sostenibles para todos. ¡Porque así lo queremos y la tecnología disponible lo permite!
Pensar diferente nos puede llevar a resultados desconocidos. Si pensamos en grande y con un modelo que pone a las personas primero, podemos crear un efecto transformacional. Efecto que, en colaboración con las autoridades, especialistas y técnicos de distintas disciplinas, nos permita cambiar la aceleración con que se da la lucha contra la pobreza. La gente no puede esperar y las naciones ya no resisten un experimento político más.
Expertos internacionales en valuación de empresas sostienen que esta compañía puede llegar a ser, en un tiempo no muy lejano, tan grande como Apple o Google. Sería maravilloso que así sea, no solo por el valor económico, sino porque para transformarse en una empresa de esa magnitud les habríamos cambiado positivamente la calidad de vida a millones de personas.
Construyendo una visión de futuro común
Innovación es futuro, no podemos innovar sobre lo que ya pasó. Las problemáticas que enfrentamos son severas y la innovación incremental ya no es suficiente. Necesitamos disrupción.
Hablar de innovación es mirar hacia adelante, y para hacerlo, todas las visiones son necesarias, salvo las de aquellos que promueven la violencia. Al mirar hacia el futuro, las miradas convergen, ya que todos queremos un futuro mejor para nuestro país. Sin embargo, al estar permanentemente mirando hacia el pasado, nada cuesta encontrar lo que nos divide.
¿Cuál es el futuro que queremos? Creo que a más del 90% de los chilenos nos importa nuestro país, pero es importante que reconozcamos que existe una gran parte de la población que lo pasa mal. Algunos porque no tuvieron oportunidades, educación o salud, y otros porque, teniendo las oportunidades, simplemente no se esforzaron. De cualquier manera, existen muchos chilenos que se esfuerzan, y mucho, e igual lo pasan mal. Es con ellos con quienes debemos empatizar.
¿Qué podría ser suficientemente disruptivo y distinto para que todos estuviéramos dispuestos a romper con nuestros arraigos ideológicos que nos impiden colaborar? Esos que, sin darnos cuenta, nos han robado la libertad para pensar, soñar e imaginar, impidiendo que surjan ideas y visiones comunes desde la creatividad propia del chileno y el legítimo anhelo de un futuro mejor.
Un modelo de Chile para el mundo
Un proyecto de innovación nacional no requiere cambios estructurales ni cambios políticos. Solo necesitamos que los chilenos empecemos a colaborar.
Si somos flexibles, generosos y actuamos sin la influencia de esos arraigos que condicionan el pensar y el actuar, las grandes discusiones se fragmentarán en discusiones pequeñas y se irán ajustando. Se trata de no ver las cosas como blanco o negro, sino de avanzar en común acuerdo.
Creo fehacientemente que nuestro modelo de Innovación con Sentido tiene el potencial de transformarse, desde Chile, en un ejemplo eficaz e implementable en el mundo entero. La innovación permite hacer cambios dramáticos. Vivimos momentos difíciles como sociedad, por lo que se hace necesario innovar para generar cambios reales y positivos.
La innovación, cuando es con sentido, puede generar no solo resultados importantes, sino también esperanza y compasión.