¿Qué es el valor social de una empresa?
Un círculo virtuoso en la generación de valor
Así como existen muchas formas en que las organizaciones aportan valor a la sociedad, también son numerosas las acciones que los distintos stakeholders pueden realizar para contribuir a ese objetivo.
Clientes, proveedores, colaboradores, accionistas y comunidades influyen y se ven influidos por el quehacer de las empresas. Unos y otras van creando en conjunto un ecosistema de valor que finalmente beneficia a la sociedad como un todo.
Las organizaciones de hoy en día no solo tienen injerencia en la creación de riqueza y bienestar material a través de los bienes y servicios que ofrecen. Su forma de vincularse con el entorno va mucho más allá del valor económico y afecta a distintos actores del entramado social en otras dimensiones.
En este artículo conocimos la visión de una proveedora, una colaboradora, un accionista y una representante de la comunidad, respecto de cómo ellos influyen y se ven influidos por el quehacer de las empresas.
El valor de la confianza
Para que ello ocurra y se mantenga en el tiempo, un elemento fundamental es confiar en quien tenemos al frente. Así lo ve Bruno Pesce Alloisio, accionista de Empresas Copec: “La confianza es lo principal, porque si cada parte confía en la otra se puede formar un círculo virtuoso en que todos trabajan en conjunto, con armonía”, asegura.
Confianza significa creer en el proyecto y en las capacidades de otro. Es lo que ha vivido Gustavo Carvallo, dueño de Destilería Alto Colchagua. Este emprendimiento ha tenido a Abastible como aliado estratégico en la optimización de procesos y en la disminución del consumo energético.
“Yo tenía la idea original de lo que necesitaba, pero ellos me la complementaron e hicimos un proyecto mucho más grande. Fueron un partner increíble, que nos permitió mejorar la calidad de nuestro producto con creces”, afirma este emprendedor de la Región de O’Higgins. Agrega que el prestigio que su empresa ya había logrado dio confianza a las dos partes, “en cuanto a que los proyectos son serios, que hay una intención de continuarlos en el tiempo y que se está pensando en algo a largo plazo”.
Para Ercilia Barra, representante legal de Servicios Carrillo Barra, tal nivel de confianza se alcanza con tiempo y compromiso. En el caso de su empresa dedicada a faenas de carga y descarga de producto congelado, paletizado y labores de aseo, “desempeñarnos durante más de dos décadas como contratista en las pesqueras que dieron origen a Orizon y, así también, en esta, nos ha permitido generar esos lazos”.
A su juicio, la clave es “sentirnos parte del servicio, ser comprometidos y sumamente cuidadosos con los estándares de calidad y resguardo que requiere el trabajar con productos para consumo humano. A la inversa, Orizon ha confiado en nosotros el desarrollo de distintas faenas, a las que respondemos de forma efectiva, siendo resolutivos y cumpliendo siempre con la normativa legal vigente”.
Desde un rol distinto y mirando el tema desde el interior de la organización, Angélica Hernández, jefa de Operaciones Marítimas de Copec, y trabajadora de Copec desde hace 20 años, comparte esta visión. Coincide con Ercilia en que la confianza se construye día a día y añade que lograrla permite conocerse y tener certeza del comportamiento del equipo. “Implica cuidarnos y preocuparnos los unos a los otros, asumiendo los desafíos, logros y errores juntos; es la dimensión de la confianza básica que los equipos necesitan para ser eficaces”.
Como ejemplo, cita la buena relación que existe entre Copec y la autoridad marítima en la Región de Valparaíso, donde es clave la transparencia. “Ellos saben lo que hacemos y la importancia que tiene Copec para cubrir las necesidades energéticas del país. De esa manera, entre ambos sacamos lo mejor. Juntos somos la mejor dupla en una relación de absoluta honestidad y confianza’, así aportamos a la sociedad”, puntualiza.
Como monitora ambiental de la planta de celulosa de ARAUCO en Constitución y representante de la comunidad, Carmen Gloria Cabrera sabe lo que es transitar desde la desconfianza y la oposición al trabajo en equipo y la colaboración mutua. Reconoce que en un comienzo fue detractora de la forestal, pero hace tres años tuvo la oportunidad de participar en el programa medioambiental como monitora de olores. “Una vez que me integré me di cuenta de la importancia que ellos le dan a este tema y a buscar soluciones al problema ambiental para tener buena relación con la comunidad”.
Las nuevas relaciones
Con más de 20 años vinculado a Empresas Copec, Bruno Pesce Alloisio destaca que en el último tiempo ha sido testigo de un gran cambio en la forma en que las organizaciones se relacionan con sus públicos de interés. Aprecia “la cercanía en la comunicación, el que siempre conversamos y nos mantienen informados. El mejor aporte es que la comunidad está en contacto, atendida”.
En la experiencia de Carmen Gloria Cabrera, esto ha permitido a ARAUCO “tener una relación de confianza con la comunidad. A través de nosotros han disminuido los problemas y estos se solucionan cada vez más rápido, para que las personas no se vean afectadas”. ¿Cómo? A través de la capacitación a los monitores, quienes aprenden a reconocer los olores de ciertos químicos “y cuando lo detectamos en algún punto de la ciudad avisamos, tratamos de identificarlo para saber de qué caldera o sector proviene y así se inicia oportunamente el protocolo”.
Ercilia Barra añade que en Orizon los puentes de comunicación “han facilitado, por ejemplo, la posibilidad de realizar consultas y obtener respuestas expeditas, manifestar inquietudes y resolver problemas que se presentan en el desarrollo de las distintas faenas”. Valora la relación de la empresa con sus proveedores y trabajadores, “ya que el tener un objetivo común nos ayuda a planificar y coordinar estrategias que permitan desarrollar las labores de la manera más efectiva posible, generando instancias de apoyo entre todos”.
Y en el frente interno, Angélica Hernández opina que una forma concreta de dar valor a los equipos es que las jefaturas crean en ellos, les den oportunidades de crecimiento y los respalden en sus sueños. Ella se siente afortunada, “porque siempre me han permitido crear y me han dado la libertad, apoyo y recursos para generar y definir mi cargo. Con eso he aprendido que los cargos no son el título como tal, sino que lo vas creando día a día, con el ímpetu y ganas de aportar al servicio y de hacerlo cada día mejor”. Subraya que esa manera de relacionarse y el ambiente que se deriva de ello “viene desde arriba, es un sello que imprime Copec y que es muy particular”.
Tú por mí, yo por ti
Aportar valor no se trata solo de aquello que las empresas realizan para favorecer el desarrollo de su entorno, sino también de lo que este es capaz de hacer para que las organizaciones cumplan mejor su rol y así lograr una dinámica positiva para todos. Entre esas acciones está el innovar desafiando al proveedor a aprender, el “camisetearse” con la organización en la que se trabaja, el ser responsable con el servicio que se ofrece, el informarse para hacer juicios objetivos.
En Destilería Alto Colchagua exploran permanentemente soluciones innovadoras a los desafíos ambientales y de calidad. “Quizás pronto serán puntos de partida para otros actores que puedan necesitar estas tecnologías, y nosotros podemos aportar con el conocimiento de la industria y las necesidades energéticas, para que Abastible pueda desarrollar proyectos piloto y traspasarlos a la industria en general”, sostiene Gustavo Carvallo.
Ercilia Barra tiene la certeza de que su Pyme puede ayudar a un cliente grande, como Orizon, “a través del compromiso y la responsabilidad con nuestro trabajo. Y somos enfáticos en que debemos tener claro cuál es nuestro objetivo, el que se traduce en cumplir con lo requerido al 100%, aspirar a que el trabajo se lleve a cabo con excelencia, ya que toda tarea que se realiza dentro de Orizon repercute en otra área, por lo que la falencia de una afecta a todas”.
Y, hablando de objetivos, la jefa de Operaciones Marítimas de Copec dice que su forma de aportar valor es sumar cada día al propósito y metas de su empresa, tarea que le resulta más fácil y motivadora en un contexto laboral que le ha dado los espacios para desarrollarse. “Yo siento que le aporto valor a la empresa. Sí, absolutamente, marcando diferencias, identificando las necesidades y formas de hacer muchas cosas. Aporto valor con la actitud, con el compromiso. La actitud marca la diferencia y genera el círculo virtuoso”, comenta con orgullo.
En Constitución, hay un ejemplo claro de reciprocidad en la generación de valor. Lo explica la monitora ambiental, Carmen Gloria Cabrera: “Es importante que la comunidad se entere de lo que la compañía hace, se dé cuenta de que sí están invirtiendo en el tema medioambiental y vea cómo se preocupan de nosotros”. En ese sentido, resalta la relevancia de que instituciones, sindicatos, juntas de vecinos y colegios puedan visitar la planta y conocer su funcionamiento, para luego difundir esa información en sus grupos.
Como expresa Bruno Pesce Alloisio, “las empresas, del tamaño que sean, son las que mueven a un país, son el alma de este”. Y cuando de aportar valor social se trata, la interacción con los demás actores de la sociedad es vital, pues cada uno tiene un papel que jugar, una contribución que hacer y un motivo para dar lo mejor de sí por el bien de todos.