Planta de celulosa en Brasil
Proyecto Sucuriú de ARAUCO: Pasos de gigante
Recientemente, ARAUCO firmó un acuerdo con el gobierno de Mato Grosso do Sul, en Brasil, a fin de sentar las bases para continuar con los análisis de factibilidad de la construcción de una planta de celulosa. De ser aprobado, por parte del Directorio, el Proyecto Sucuriú produciría 2,5 millones de toneladas de celulosa al año, a partir de 2028.
Se estima que la inversión alcanzaría los US$ 3 mil millones, la más grande en la historia de la empresa. “Parte de la vocación de ARAUCO es crecer con este modelo que creemos que agrega valor. Faltan muchos pasos para que el Proyecto Sucuriú se concrete, pero, por lo menos, hoy estamos súper optimistas de llevarlo a cabo”, dice Cristián Infante, gerente general de la compañía sobre la iniciativa.
En el corazón de América del Sur se ubica el estado brasileño de Mato Grosso do Sul, cuyos 357 mil kilómetros cuadrados delinean gran parte de la frontera del gigante sudamericano con Paraguay. Con un clima húmedo y caluroso -en enero, las máximas promedio bordean los 34°C y, en invierno, los 25°C-, su vegetación tipo sabana -conocida como “cerrado”- corona un entorno geográfico prácticamente sin elevación, el que ha estado, hasta hace algunos años, consagrado principalmente a la ganadería.
Esa realidad, sin embargo, ya ha experimentado cambios con la llegada de diversas iniciativas forestales, y seguiría en esa línea de la mano del Proyecto Sucuriú, como se denomina la planta de celulosa de fibra corta con capacidad para producir 2,5 millones de toneladas anuales que ARAUCO está evaluando construir.
El nombre “Sucuriú” no es antojadizo. Así se llama el río en cuya ribera oriental estaría emplazado el futuro complejo industrial. Se trata de un afluente del Paraná, cuyo caudal es más que adecuado para abastecer el funcionamiento de la instalación. La zona, además, ofrece otras ventajas comparativas clave. Quizás, una de las más relevantes es que, por su régimen pluviométrico y por las características de su tierra, el eucalipto crece bastante rápido. Si en Chile este tarda de 11 a 13 años en madurar, en este lugar del suroeste brasileño el tiempo se reduce a siete.
“El potencial de Mato Grosso do Sul es muy grande, y eso lo tiene muy claro la gobernación. Es una política de Estado del gobierno de Mato Grosso do Sul el hecho de que ellos quieren ser los principales productores de celulosa del mundo, como estado”, dice Cristián Infante, gerente general de la filial de Empresas Copec.
Potenciando el desarrollo local
Desde el año 2000, ARAUCO está presente en tierras brasileñas, donde cuenta con cuatro plantas destinadas a la producción de paneles de madera en los estados de Paraná y Río Grande do Sul.
Cristián Infante detalla que, gracias al acuerdo alcanzado con el estado, hay compromisos de gran relevancia, como mejoramiento de rutas, inversiones públicas en líneas eléctricas, ferrocarril, entre otros. Lo anterior quedó plasmado el 22 de junio pasado en el señalado acuerdo de infraestructura y beneficios fiscales entre ARAUCO, el estado de Mato Grosso do Sul y el municipio de Inocencia.
De obtener los permisos necesarios, contar con oferta de madera suficiente, condiciones de mercado atractivas y la aprobación por parte del directorio, el Proyecto Sucuriú iniciaría sus obras en 2025, para entrar en operaciones durante el primer trimestre de 2028, aumentando la capacidad de producción total de la compañía a 7,7 millones de toneladas anuales.
“Estamos hoy trabajando para poder hacer una buena evaluación, de manera de permitirle al directorio tomar la decisión adecuada, con la información más aterrizada, con cotizaciones reales de proveedores”, precisa Cristián Infante, asegurando que hay altas expectativas, al ser una iniciativa que genera mucho entusiasmo en la organización.»
«Esto también lo manifiesta el gobernador Azambuja, quien señaló que espera “albergar en el estado a una de las plantas de celulosa más grandes del mundo. Será una unidad moderna, que generará empleos, oportunidades, ingresos y desarrollo social en una región que también forma parte de la Costa Este Forestal, pero que no contaba con ningún emprendimiento de este tipo”.
Desde el punto de vista del empleo, se prevé que la comunidad local se vea muy beneficiada, pues se estima que durante la fase de construcción se generarían más de 12 mil puestos laborales. Una vez concluida esa etapa, se daría ocupación permanente a 2.350 personas, de las cuales alrededor de 550 trabajarían en la planta industrial y 1.800 en el área forestal. “La posible implementación de la planta de celulosa de ARAUCO será la realización de un gran sueño de nuestra población, un sueño que esperábamos que se materializara hace más de 11 años.»
«Para nosotros será de vital importancia para el desarrollo económico y social de nuestro municipio. Las expectativas son las mejores posibles en la generación de trabajo e ingresos para nuestra gente”, comentó el alcalde Garcia dos Santos.
Hacia un futuro sostenible
Según explica Cristián Infante “cuando uno ve la industria de materias primas brasileña y cómo se ha desarrollado en los últimos años, es espectacular. Brasil es un país con una gran cantidad de desafíos, pero tiene claro que su desarrollo viene por generar valor e industrializar al país, y por eso están preocupados de la energía, del medioambiente y, asimismo, de agregar valor a los recursos que tienen, así que nosotros encajamos muy bien en eso”. Esta afirmación es respaldada por lo expresado por el gobernador de Mato Grosso do Sul, quien señala que “la llegada de esta planta demuestra la confianza de los inversionistas en Mato Grosso do Sul, en nuestra política de incentivos fiscales, en la seguridad jurídica de quien invierte y en la estructura logística que estamos creando para quien necesita vender su producción”. En este punto hay coincidencia entre la mirada del Estado y la de ARAUCO.
En palabras de su gerente general, la firma tiene una clara vocación por generar valor para sus stakeholders de forma consistente y responsable. “Nos atrevemos a dar este tremendo paso en Brasil porque llevamos muchos años en este país, y porque, además, tenemos muchas plantas fuera de Chile, en Estados Unidos, en Europa, en Argentina, en Uruguay. Creo que esto es parte natural del camino de crecimiento de la compañía que se ha venido dando en el tiempo, de hecho, de nuestras 57 plantas, 37 están fuera de Chile. Entonces este nuevo proyecto es parte del camino que hemos estado recorriendo y es parte de la vocación de ARAUCO de crecer con este modelo que creemos que agrega valor. Faltan muchos pasos para que el Proyecto Sucuriú se concrete, pero por lo menos hoy estamos súper optimistas de llevarlo a cabo”.
La producción de la planta de celulosa tendría como principal destino el extranjero, principalmente los mercados de Europa Occidental y China. Adicionalmente, Cristián Infante prevé que Sucuriú les permitirá explorar nuevas oportunidades en Estados Unidos, donde quieren aumentar su presencia. El profesional agrega que la fabricación prevista está, además, alineada con el crecimiento futuro prospectado del commodity, cuyo consumo crece al orden de 2,5% anual.
“Nos sentimos muy tranquilos en ese sentido, y hay algo adicional. No somos nuevos en este negocio, entonces ya tenemos nuestros clientes, nuestra red de distribución, la logística; sabemos hacer el producto. Dadas las características del mercado y de la compañía, en un proyecto como este, creo que el match es súper bueno”. A esto hay que sumar los múltiples usos que se han ido descubriendo a partir de la celulosa, desde utilización para la fabricación de fibra textil, tema que hoy la filial desarrolla en Valdivia, hasta la nanocelulosa, que permite crear materiales tan resistentes como el acero. “El futuro que tiene la industria forestal y los derivados de la madera, están muy en línea con lo que el mundo necesita para avanzar hacia un desarrollo sostenible y eso, sin duda, es algo que a nosotros nos motiva, porque creemos que va a haber mercado para los derivados del árbol, debido a que es una industria extremadamente virtuosa en muchos aspectos, y es justamente a lo que apuntamos nosotros”, concluye Infante.
