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Lemu Nge: Los “ojos del bosque” llegan al espacio 

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La startup nacional Lemu, en la cual la filial ARAUCO tiene una participación de 84%, acaba de poner en órbita un dispositivo pionero en la observación y análisis de los ecosistemas terrestres. 

Este hito tecnológico abre una nueva etapa para obtener mejores datos sobre la naturaleza y, a partir de ellos, poder realizar acciones de mitigación y conservación. 

Fue un hito tecnológico sin precedentes en nuestro país: en la base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, fue puesto en órbita un satélite chileno exclusivamente dedicado al estudio de la biodiversidad. Se trata de Lemu Nge (“ojos del bosque” en mapudungún), equipado con una cámara hiperespectral de alta definición, que permitirá analizar ecosistemas con una resolución de imágenes 20 veces mayor a la de otros aparatos de su tipo. 

La empresa a cargo del proyecto es Lemu, startup nacional pionera en tecnología para potenciar soluciones basadas en la naturaleza. Esta misión es el resultado de más de seis años de colaboración entre profesionales de ciencias de la tierra, ingeniería aeroespacial y tecnologías de la información de varios países. El lanzamiento estuvo a cargo de SpaceX, la compañía de fabricación y transporte aeroespacial creada por Elon Musk. 

Leo Prieto,
fundador y director ejecutivo de Lemu.

Leo Prieto, fundador y director ejecutivo de Lemu, explica que las imágenes satelitales son la forma más eficiente para monitorear los 51 mil millones de hectáreas de nuestro planeta. “Pero, a pesar de todos los satélites que hay en órbita, muy pocos son de observación terrestre, y aún menos cuentan con instrumentos que nos permitan efectivamente distinguir biodiversidad desde el espacio,” aclara. 

De ahí la relevancia de Lemu Nge. Por una parte, es la primera vez que una empresa privada chilena pone en órbita un satélite y, por otra, es el primero en el mundo diseñado específicamente para observar la biodiversidad en los ecosistemas terrestres, convirtiéndose así en una herramienta de altísimo valor para el estudio y la protección del mundo natural. Prieto agrega que su inédita configuración “lo pone en un grupo muy pequeño de instrumentos necesarios para reducir la brecha de datos de la naturaleza”. 

El rol de ARAUCO 

Aportar a la protección y conservación del medioambiente ha sido siempre una prioridad estratégica para la filial forestal. En esta tarea, que requiere de permanente innovación, es fundamental contar con datos que permitan conocer a fondo las zonas donde opera la compañía, sus características, riesgos y potencialidades. 

En 2019, esta inquietud llevó a ARAUCO a acercarse a la startup Odd Industries, creada por Leo Prieto, para ofrecer servicios de visión computarizada mediante inteligencia artificial, aplicable a distintos sectores, tales como la minería, construcción, agricultura y silvicultura, entre otros.

Era lo que la compañía necesitaba para realizar una observación avanzada y acuciosa de sus terrenos y plantaciones, así como de los ecosistemas circundantes.  

Gonzalo Zegers, vicepresidente Internacional y Nuevos Negocios de ARAUCO, comenta que una idea original era implementar un proyecto de visualización del bosque “aprovechando los desarrollos que había en nuestra empresa y el conocimiento de Odd Industries”. 

Gonzalo Zegers,
vicepresidente Internacional
y Nuevos Negocios de ARAUCO.

Sin embargo, los sistemas disponibles se podían usar en proyectos más amplios, que permitieran contribuir con la naturaleza a partir de información. “Para eso se necesitaban manos y mentes expertas en el recurso tecnológico, alguien del mundo de las startups, y esa mano era la de Leo Prieto y el equipo que lo acompañaba. Así es que decidimos ir más allá y en 2020 ARAUCO compró un porcentaje sustancial de Odd Industries”, relata Zegers.  

Con el tiempo, se fue fortaleciendo el modelo y adecuando los productos. La empresa cambió su foco y nombre al de Lemu y se embarcó en el proyecto del satélite, en la cual ARAUCO hoy mantiene su participación mayoritaria a través de Arauco Ventures. El ejecutivo destaca que “esto abre una nueva etapa para generar mejores datos y, también, para dar a conocer un hecho muy relevante: que una empresa privada, chilena, lance un satélite dedicado al cuidado de la biodiversidad”. 

En cuanto al alcance de la iniciativa, sostiene que “queremos tener una mirada global, pero partiremos priorizando Chile, con el apoyo de la información generada por nosotros. Después, la idea es hacerlo extensivo al mundo”. 

A partir de los datos obtenidos se creará un ranking de los sectores según sus características, evaluando las condiciones de componentes como agua, carbono, flora y fauna. “De este modo, podremos aportar para que en aquellos lugares con valorizaciones más bajas se trabaje en planes de reforestación u otras acciones de conservación; es decir, actuar para mejorar la naturaleza”, enfatiza el vicepresidente Internacional y Nuevos Negocios de ARAUCO. 

El satélite Lemu Nge permitirá analizar ecosistemas con una resolución de imágenes 20 veces mayor a la de otros aparatos de su tipo. 

Un atlas de la biodiversidad 

De la mano de ARAUCO, con un equipo profesional altamente capacitado y comprometido con el futuro del planeta, Lemu sigue avanzando en su misión de tener un mayor conocimiento en línea de la naturaleza, aportando con una nueva data para ayudar a fomentar la protección del medio ambiente. Trabajar con potenciales inversionistas que necesiten compensar la huella de carbono y ayudar a empresas a generar planes de sostenibilidad son algunas de las ideas que ya se están desarrollando. 

En esa dirección apunta el Atlas de la Biodiversidad creado por Lemu. Se trata de una plataforma de datos que permite a las empresas identificar y comprender su interacción con la naturaleza dentro de sus operaciones, mapeando áreas clave de su actividad y recibiendo datos precisos sobre biodiversidad, carbono, agua y uso de suelo. De esta manera, pueden tomar decisiones estratégicas basadas en datos confiables para mejorar su impacto ambiental y avanzar hacia metas como Net Zero o Nature Positive. 

Lemu Atlas cuenta con una red de más de 70 proyectos verificados de conservación y restauración en los cinco continentes. Ellos no solo sirven como benchmark, sino que también permiten a las organizaciones colaborar activamente y apoyar iniciativas alineadas con sus estrategias de sostenibilidad.  

Mientras tanto, a 500 kilómetros sobre nuestras cabezas, Lemu Nge recorre el espacio y se prepara para comenzar a transmitir datos a lo largo de su viaje, que durará varios años. Lo que entregará no son solo cifras y fotos, sino información valiosa, objetiva y cuantificable, que ayudará a ARAUCO a seguir siendo un referente global en el cuidado del planeta. 

Tecnología que asombra 

Por el tamaño de su estructura principal -no mayor al de una caja de zapatos-, Lemu Nge es considerado un nanosatélite. Pero en ese reducido cuerpo se alojan sistemas y tecnologías que no dejan de asombrar. Entre ellas destacan: 

  • Cuenta con una cámara hiperespectral capaz de capturar imágenes en 32 diferentes longitudes de onda dentro del espectro electromagnético, lo que le permite segmentar la cobertura del suelo y la vegetación, detectando detalles invisibles al ojo humano.  
  • Orbita a 500 kilómetros de la Tierra y cada píxel de las imágenes que captura abarca un área de casi cinco metros por lado. Esto significa que la cámara puede distinguir y clasificar fácilmente elementos como la copa de árboles individuales o cuerpos de agua. 
  • Completa una órbita alrededor de la Tierra cada 90 minutos, resultando en 14 órbitas diarias. 
  • Sus instrumentos de navegación y comunicación se alimentan de la energía del sol, que es transformada en eléctrica por paneles solares. 
  • Gracias a su extraordinario sistema de propulsión eléctrico de iones de metal líquido, el satélite tiene la capacidad de modificar su órbita y así “revisitar” un lugar de la superficie terrestre con una frecuencia distinta a la que trae programada. Esto es importante para la observación y análisis de cambios rápidos en algún ecosistema. 
  • Dicho sistema, que usa materiales despresurizados no tóxicos, le permitirá, además, desorbitar de manera segura al final de su misión, desintegrándose sin dejar residuos espaciales.  

Observación integral 

Las zonas de observación inicial de Lemu Nge incluirán distintas áreas y ecosistemas, realizando tareas como: 

  • Caracterización de humedales andinos de categoría Ramsar, desde el altiplano hasta Tierra del Fuego. 
  • Monitoreo de bosques submarinos de macroalgas a lo largo de la costa chilena. 
  • Clasificación de cambios en el uso del suelo. 
  • Identificación de especies vegetales clave, especialmente árboles. 
  • Tipificación de especies vegetales invasoras. 

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