¿Qué son los ácidos grasos Omega 3?
Golden Omega: Cuidando la salud de las personas
El 2022 fue, sin lugar a dudas, un buen año para Golden Omega, filial de Empresas Copec creada en 2008 y que produce concentrados de Omega-3, con el propósito de entregar bienestar y salud a las personas.
Localizada estratégicamente en Arica, la compañía ha apostado por la calidad y por la innovación, factores que le han permitido, en una década, construir una sólida reputación internacional que le abrió las puertas recientemente al mercado de la distribución.
A ratos, las azules aguas del océano Pacífico que bordean la costa del Cono Sur se tornan más oscuras. No son rocas, son los densos cardúmenes de anchoveta (Engraulis Ringens), pequeño pez de no más de 20 centímetros y corto ciclo de vida. Esta especie, que habita las costas de Perú y del norte de Chile, posee un alto valor nutricional para el ser humano, pues es rica en ácidos grasos Omega-3, los que son muy importantes para la salud del ser humano a lo largo de todo su ciclo de vida, desde el vientre materno hasta la adultez mayor.
Las personas no generan ácidos grasos Omega-3 naturalmente, por lo que deben ingerirlos, ya sea a través de una dieta rica en pescado y/o mediante suplementos alimenticios que cuenten con este nutriente. Es en este último campo donde tiene un rol cada vez más destacado, a nivel mundial, Golden Omega, compañía que elabora concentrados de Omega-3 a partir de aceite de pescado. La empresa está hoy en un momento muy relevante, pues, tras constituirse a fines de 2008 y comenzar a producir en 2012, vivió en 2022 el mejor año de su historia: “Las ventas de Golden Omega aumentaron 46% respecto del 2021, crecimiento que llega así al 30% en promedio en los últimos cinco años. Además de haber logrado un récord de ventas, en 2022 se registró el mejor EBITDA de nuestra historia, llegando un año antes al nivel que nos habíamos propuesto a principios de 2019 para el mediano plazo de la compañía”, explica Jorge Brahm, gerente general de la firma.
Estos promisorios resultados están apalancados en un fuerte foco en la calidad, investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), y en una mirada comercial que los ha hecho sobresalir en este competitivo mercado.
Un descubrimiento y una oportunidad
Los ácidos grasos Omega-3 de cadena larga se encuentran en alta proporción en los tejidos de peces como la anchoveta, el jurel, el bacalao o el salmón salvaje, entre otros. Son siete ácidos grasos en total, pero los más significativos para el ser humano son el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), a partir de los cuales se desarrolló la industria mundial del Omega-3.
Según Jorge Brahm, el EPA y DHA son los compuestos naturales más estudiados por la ciencia después del ácido acetilsalicílico (aspirina). De hecho, a la fecha se cuentan más de 46 mil papers que describen sus múltiples beneficios. Es, sin embargo, un fenómeno científico reciente. Pese a que hay registros ingleses del siglo XVIII que documentan las bondades del aceite de bacalao, las investigaciones que gatillaron el posterior explosivo interés por ambos componentes se efectuaron recién en las décadas del 60 y 70, cuando el científico noruego Jörn Dyerberg, intrigado por la buena salud cardiovascular de la población inuit de Groenlandia, se abocó a estudiarlos.
Luego, en la década de los 90 se realizó un estudio clínico en seres humanos que demostró los beneficios cardiovasculares del EPA y DHA y, en 2004, la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos relevó sus “propiedades saludables cualificadas» debido a su aporte a la salud cardiovascular. “A partir de estos eventos, la industria mundial del Omega-3 comenzó a crecer de manera muy significativa. Adicionalmente, la comunidad científica siguió estudiando y demostrando las múltiples ventajas adicionales de estos dos ácidos grasos, lo que ha sostenido el crecimiento de esta industria en el tiempo”, afirma Jorge Brahm. Hasta hace unos años, la gran mayoría de las personas conocía el Omega-3 y sus múltiples beneficios para la salud humana, pero no necesariamente lo consumía de manera regular. “Esta baja tasa se debía fundamentalmente a la mala calidad organoléptica -olor y sabor- de las opciones disponibles en el mercado. Este déficit de consumo representaba una tremenda oportunidad para un producto diferenciador como el nuestro”, agrega el ejecutivo.
Apuntando al cliente final
Golden Omega ingresó al mercado nutracéutico -como se denomina al de los suplementos alimenticios- con una propuesta distinta. Su centro de operaciones se ubicó estratégicamente en Arica, muy cerca de la mejor y más abundante fuente de EPA y DHA del mundo, y decidieron usar únicamente el del aceite de anchoveta elaborado en Perú y el norte de Chile como materia prima principal. Esto, a diferencia de todos los demás competidores, que se localizan en el hemisferio norte, a miles de kilómetros de distancia de sus fuentes de aceite de pescado, y que utilizan mezclas de aceites de distintas especies marinas para la preparación de sus concentrados.
Por lo demás, la compañía cuenta con instalaciones de última generación, combinando tecnologías state-of-the-art provenientes de Europa con otras desarrolladas en Chile. En ese contexto, la I+D+i juega un rol fundamental. La filial totaliza a la fecha ocho patentes otorgadas en los principales mercados globales. “Buscamos proteger parte importante de los procesos que tenemos, los cuales fueron desarrollados por nuestro equipo humano”, detalla el ingeniero civil. Un activo fundamental para obtener estos buenos resultados de propiedad intelectual ha sido la construcción de una réplica piloto de su planta industrial, la que ha facilitado optimizar sus operaciones, además de generar nuevos procesos y productos. “Este avance, junto a contar con un equipo de I+D+i, es clave para tener y seguir ampliando todo el know-how que se requiere para elaborar los mejores concentrados de Omega-3 del mundo”, comenta Brahm, quien además preside la Global Organization for EPA & DHA (GOED), la principal asociación de la industria.
Los productos de Golden Omega tienen una alta calidad que se refleja en cuatro características fundamentales: son organolépticamente neutros -sin olor y sin sabor a pescado-, poseen muy baja oxidación, son muy puros -con niveles de contaminantes por debajo de los límites de detección- y, por último, son prácticamente transparentes. Estos factores redundan en una alta plasticidad. “Es por ello que pueden ser usados en muchas aplicaciones distintas, permitiendo a nuestros clientes ofrecer a las personas alternativas innovadoras para consumir Omega-3, tales como formulaciones líquidas, polvos microencapsulados, tabletas, gomitas y masticables, entre otros”.
Los clientes de Golden Omega son empresas “encapsuladoras” o “formuladoras” que compran los concentrados de Omega-3, lo aplican en distintos formatos de consumo, principalmente cápsulas de gelatina blanda, y lo venden de forma posterior a las marcas, que son las compañías que llegan al consumidor final. En la actualidad, Golden Omega comercializa en 40 países, en cinco continentes y tiene más de 120 clientes.
Complementando su propuesta de valor y para responder a la creciente demanda de los usuarios por conocer en detalle qué están comprando, Golden Omega se convirtió en la primera firma a nivel internacional en obtener una certificación de origen de la empresa noruega Orivo, la cual, mediante tecnología de resonancia nuclear magnética, es capaz de asegurar que los productos de la compañía se elaboran exclusivamente a partir de aceite de anchoveta del Pacífico Sur. Esta decisión estratégica logró que de las más de 280 marcas que hoy prefieren a Golden Omega, 66 utilicen el logo de la empresa y 12 la certificación antes mencionada. “Ese es un trabajo comercial de terreno, de ir a los países, visitar las marcas, hablarles de nosotros, llevarles muestras, que prueben lo que ofrecemos. Este esfuerzo ha sido constante todos los años y ha rendido sus frutos”, comenta Brahm.
Un horizonte claro
De acuerdo con las cifras del GOED, el mercado en el cual Golden Omega participa creció un promedio anual de 5,7% entre 2015 y 2021. “En el mismo período, nuestra participación fue aumentando consistentemente todos los años, para terminar, al cierre de 2021, en 12,2%”, dice Jorge Brahm. El objetivo es mejorar esa cifra. “El futuro lo vemos positivo y promisorio, porque, por un lado, aún tenemos potencial para producir y vender más y, por otro, vamos a ir optimizando nuestro portafolio”. Asimismo, en 2022 la firma comenzó a operar de la mano de una alianza con la compañía francesa Polaris, que elabora concentrados de Omega-3 a partir de microalgas. De esta forma, Golden Omega se convirtió en su distribuidor exclusivo en Estados Unidos y Canadá. Este mismo rol lo cumplirá también con la empresa noruega Zooca, que fabrica un innovador aceite a partir de un pequeño zooplancton llamado Calanus finmarchicus, que además de EPA y DHA tiene naturalmente altos contenido de astaxantina, -un poderoso antioxidante- y de policosanoles, moléculas con probados beneficios antiinflamatorios, entre otras propiedades. “Con todo lo que hemos conseguido y lo que aún nos queda por hacer, nos damos cuenta de que somos capaces de aspirar a un EBITDA de mediano plazo que sea por lo menos un 50% mayor que la cifra que nos pusimos como meta a principios de 2019. Esta nueva etapa de evolución será muy desafiante y esperamos prosperar de la manera más exitosa posible”.
En estos logros, el trabajo y la dedicación de los colaboradores ha sido trascendental. La vasta mayoría, un poco más de 140 personas, trabaja en Arica. De ellos, aproximadamente un 75% son ariqueños y un 70% tiene menos de 40 años. Jorge Brahm destaca el profundo entusiasmo de todo el equipo: “Estamos en una empresa fascinante, porque desde el extremo norte del país y, a partir de un recurso natural, aplicamos tecnología y procesos innovadores que no existían en Chile para crear productos con alto valor agregado que se consumen en todo el planeta. Como resultado, ayudamos a mejorar la salud de las personas, todo esto respaldado por una vasta evidencia científica. Esta combinación resulta muy motivante. Con quien tú hables en Golden Omega te va a transmitir esa misma pasión. Es más que un trabajo, hay un compromiso muy potente”.