Desde su creación, el holding de inversiones ha evolucionado de distintas maneras, fortaleciendo sus actividades core, entrando en nuevas áreas de negocios, buscando formas innovadoras de hacer empresa e impulsando el desarrollo de Chile y de los países donde está presente. Hoy, Eduardo Navarro, su gerente general, nos da cuenta sobre la historia y el devenir de la Compañía en sus dos últimas décadas de existencia.
El origen de una nueva estructura
“Era la decisión natural”. Así describe Eduardo Navarro el origen del holding Empresas Copec, organización de la que es gerente general desde 2003.
En ese entonces, Copec (Compañía de Petróleos de Chile S.A.), empresa dedicada a los combustibles y lubricantes, también era la dueña de distintos negocios, la mayoría de ellos sin relación con la industria de la energía, como el forestal, minero o pesquero. Ante este escenario, su directorio definió estructurar una nueva entidad, una sociedad de inversiones que, en definitiva, consolidara todas las otras empresas. El principal objetivo detrás de esta reorganización era obtener una visión más clara de la situación financiera y estratégica de cada uno de los negocios, con sus flujos, deudas, rentabilidades y tendencias. Ello permitiría una mejor gestión, así como la posibilidad de evaluar futuras asociaciones y trazar rutas de crecimiento óptimas para cada área. Todo ello, además, facilitaría la entrega de información de manera más ordenada a los inversionistas.
Así, nació una nueva sociedad, hoy denominada Copec S.A., que se convirtió en la filial encargada de darle continuidad al negocio de los combustibles líquidos y lubricantes, que hasta entonces desarrollaba la matriz, y esta última cambió su nombre a Empresas Copec S.A., el holding que hoy agrupa compañías como ARAUCO, Terpel, Abastible, Colgas, Duragas, Orizon, Nutrisco o Marcobre, además de la ya mencionada Copec S.A.
En esta reestructuración, algunos ejecutivos y colaboradores de Copec se hicieron parte del equipo del holding, migraron de sus oficinas de calle Agustinas y, junto a nuevos integrantes, se establecieron en el barrio El Golf. En ese momento no eran más de 15 personas, pero, con el tiempo, el equipo fue creciendo, sus tareas fueron evolucionando y terminaron dando forma a una compañía con un ADN propio.
Valores permanentes
En la actualidad, Empresas Copec consolida operaciones en la industria forestal, energética, pesquera y minera, y sus activos ascienden a un total de US$ 28.400 millones. Además, considerando a la Compañía y sus filiales, cuenta con más de 41 mil trabajadores directos, 34 mil contratistas y 71 mil proveedores. Todo esto es reflejo de años de trabajo guiados por principios institucionales claros.
“La Compañía tiene un carácter y una cultura que han permanecido en el tiempo, a pesar de los cambios en el entorno social y los nuevos desafíos que vamos enfrentando”, dice Navarro, y agrega: «Los valores que guían el quehacer de la Compañía y sus filiales, sin duda, están marcados por el sello de nuestro accionista controlador y, a la vez, benefician transversalmente a todos los cerca de 8.000 accionistas de Empresas Copec”.
Parte de este sello es una mirada empresarial a largo plazo, un factor clave en la propuesta de valor hacia los inversionistas. Esto quiere decir que su fin no es entrar a un negocio, hacerlo rentable y venderlo rápidamente. “Este es un grupo empresarial que, cuando entra a un negocio, se dedica a gestionarlo, transformarlo y aumentar su valor más allá de lo financiero, entendiendo que estos procesos no suceden de la noche a la mañana”, asevera el ejecutivo.
Ser líderes es otro de sus principios: “La innovación es un eje estratégico que está en el centro de nuestra forma de gestionar. En esa línea, la llave del éxito está en mantenerse a la vanguardia y ofrecer experiencias, servicios y productos de excelencia que se ajusten a las necesidades de las personas y del medioambiente, lo que exige estar en constante evolución. Para liderar en forma consistente se requiere desafiar los mercados y tener un permanente espíritu innovador”, explica Navarro. De hecho, agrega que, no mucho tiempo atrás, le preguntaron si, pese a llevar cerca de 90 años en el mercado, Copec podía ser una empresa innovadora. Su respuesta es fiel reflejo de las creencias del holding: “Innovar es más que juventud y tecnología. Nosotros no podríamos ser líderes si no estuviéramos innovando siempre”.
Otro elemento fundamental en la cultura de Empresas Copec es tener la voluntad de hacer las cosas bien, sabiendo que ocasionalmente pueden cometerse errores y excusarse debidamente, pero entendiendo que siempre debe haber una buena intención detrás de cada decisión. “Aspiramos a distinguirnos por tratar de hacer negocios en forma correcta, con la mayor integridad en nuestras decisiones y actividades. Eso no significa que seamos perfectos, porque somos personas y, como tales, a veces nos equivocamos. Sin embargo, trabajamos de buena fe, queremos ser un muy buen socio, ciudadano y empleador. Nos esforzamos por ser una empresa querida y respetada”, agrega el gerente del holding.
Salir de Chile
Uno de los eventos que cambiaron la trayectoria de Empresas Copec y sus filiales fue expandir sus negocios más allá de Chile, hecho que para Eduardo Navarro era la decisión correcta: “Éramos muy grandes en nuestro país y necesitábamos mirar nuevas oportunidades de crecimiento y diversificación. Entonces, era natural dar pasos hacia la internacionalización y replicar afuera las cosas que hacíamos bien aquí”.
Dichos pasos comenzaron en 1996, cuando la filial ARAUCO adquirió Alto Paraná, una de las principales plantas de celulosa en Argentina. A esta inversión en el extranjero le siguieron muchas otras. “Hoy, 27 años después, el holding tiene activos operacionales en 16 países, ventas en más de 80 mercados y un tercio de sus activos no corrientes están en el extranjero. Esto nos permite decir que somos una empresa chilena con alcance global”, puntualiza el ejecutivo.
Otra de las inversiones fuera de Chile que marcó un antes y un después en el holding es la compra de la planta industrial Moncure, por parte de la filial ARAUCO, que fue el primer negocio del grupo en Estados Unidos, concretado en 2012. Esto fue el inicio de una serie de operaciones exitosas en el sector forestal, que llevaron al holding, a través de su afiliada, a ser hoy el mayor productor de paneles de celulosa en el país norteamericano. Entre ellas destaca Grayling, planta de paneles en el estado de Michigan, que es actualmente también la inversión directa más grande que haya acometido una empresa chilena en ese país. En paralelo, mientras se fortalecía en Estados Unidos, la filial iniciaba una incursión al otro lado del Atlántico, a través de su participación en el joint venture Sonae Arauco, con operaciones en España, Portugal, Alemania y Sudáfrica.
En el sector de la energía, la Compañía también dio, a partir de 2010, pasos importantes. La compra de Terpel abrió las puertas a un mercado enorme, como el colombiano y también a Panamá, República Dominicana, Ecuador y Perú. A todas estas geografías llevó Copec su cultura de servicio y cercanía al cliente, habiendo logrado a esta fecha importantes mejoras operacionales y financieras. Años más tarde, esta incursión se complementaría con la compra de todas las operaciones de lubricantes de Exxon Mobil en Colombia, Perú y Ecuador.
Similar ruta siguió Abastible desde 2011, cuando ingresó a la propiedad de Inversiones del Nordeste, hoy Colgas, empresa líder en el mercado colombiano de gas licuado. En 2016 adquiriría Solgas, en Perú, y Duragas, en Ecuador, ambas de manos de la española Repsol. A todas ellas ha llevado Abastible su sello de excelencia operacional, innovación y calidad de servicio, con miras a ser una compañía regional de clase mundial.
Otro caso interesante es la compra de MAPCO, empresa adquirida en 2016 y que opera una red de 304 estaciones de servicio y tiendas de conveniencia en EE.UU. De acuerdo con Navarro, uno de los principales objetivos detrás de esta operación era poder aprender en un mercado tan competitivo como el norteamericano, además de mejorar la rentabilidad del negocio. Aunque estos objetivos se lograron, en 2023 Copec decidió vender esta filial. “Hay que visualizar cuándo un activo puede valer más en manos de otro dueño. Entender que a veces la mejor decisión es saber desprenderse de una inversión. Esta transacción da cuenta de la capacidad de adaptación de nuestra Compañía al entorno cambiante, a la vez que le permite a Copec concentrar sus esfuerzos en Latinoamérica, donde tiene una posición de mercado más robusta, fortaleciendo su propuesta de valor y liderando la transición energética en la región”, afirma el gerente general.
En este camino de internacionalización destaca también la incursión de la filial Alxar en el desarrollo del proyecto de cobre Mina Justa, en Perú, en sociedad con el grupo local Breca. “Se trataba de una iniciativa con excelentes atributos en términos de ubicación y eficiencia, que nos permitiría entrar a la producción en mayor escala de un material que es crítico para que el planeta logre una transición energética exitosa», afirma Navarro. Los primeros años de funcionamiento de la compañía han sido destacados al interior de la industria por sus positivos resultados operativos y financieros. “Hoy, además, se nos abren interesantes opciones para la expansión de las operaciones de Mina Justa”, comenta el gerente.
Un mundo distinto
Empresas Copec ha buscado también ir replanteando sus prioridades, transformarse y buscar nuevas formas de hacer empresa, sobre todo en temas asociados a su gobierno corporativo y su impacto en el entorno social y ambiental, especialmente en la medida en que los cambios en la sociedad han introducido nuevas exigencias al mundo de los negocios.
En relación a ello, Navarro comenta: “Uno de los aspectos clave para ser sostenibles es generar equilibrios que dejen conformes a todas nuestras contrapartes: accionistas, colaboradores, clientes, socios, proveedores, comunidades, entorno, autoridades, entre otros. Si bien nuestra gestión se inicia dando respuesta a la confianza que los accionistas han puesto en la administración, parte de ella consiste en velar por estos equilibrios, que, a su vez, dan mucha mayor estabilidad a lo que hacemos”.
Además, el ejecutivo explica que esto también se relaciona con una evolución en los énfasis que muestra la sociedad, y que recogen los directores, ejecutivos y colaboradores: “En el directorio se ha mantenido una misma cultura, pero las prioridades de los temas han cambiado y queremos ser una opción rentable en el largo plazo y que sintonice siempre con todos nuestros stakeholders”. Por último, agrega que “antes, a los inversionistas les explicábamos datos financieros y operacionales duros. Hoy también quieren saber cómo se toman y a quiénes afectan las decisiones”.
Llevar sus actividades con este foco le ha valido al holding distintos reconocimientos, como el de haber ganado por cinco años consecutivos el premio La Voz del Mercado, entregado por la Bolsa de Santiago, el Instituto de Directores de Chile e EY.
“El avance en temas de gobierno corporativo ha sido enorme, gracias al trabajo de muchos, que ha quedado plasmado en políticas que buscan fortalecer una cultura de buenas prácticas y transparencia, que tratamos de irradiar hacia todo el grupo de empresas. En definitiva, buscamos ser un grupo de actividades diversas, pero con una cultura única”, señala Navarro.
Transformar países y personas
La forma de hacer empresa del holding los ha llevado a asociarse a distintas organizaciones sociales e impulsar múltiples iniciativas. “En el grupo hay un interés por liderar los mercados donde estamos presentes, pero también existe una vocación de comprometerse con los grandes desafíos que enfrentan los países e involucrarse con instituciones abocadas a temas como la educación y la innovación, entre otras», comenta Navarro.
En 2002, Empresas Copec concretó una alianza con la Pontificia Universidad Católica de Chile que dio origen a la Fundación Copec-UC. Durante más de 20 años han logrado promover exitosamente la investigación aplicada, dando respuestas así a problemas que enfrenta la sociedad, con apoyo de altos ejecutivos de la Compañía.
También con el objetivo de impulsar el desarrollo sostenible, en 2014 inauguraron el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, un espacio en dicha casa de estudios abierto a empresas y emprendimientos, con el fin de promover la creación de alianzas estratégicas dedicadas a la investigación y la difusión de avances científicos.
En el área de la vivienda, el holding, a través de Copec, es accionista de Elemental desde su creación. Este estudio de arquitectos, liderado por Alejandro Aravena, ha sido reconocido en todo el mundo, entre otras cosas, por sus modelos de viviendas sociales.
Las filiales del grupo, como reflejo de la cultura de EC, también han impulsado distintos programas vinculados con la calidad de vida de las personas y el trabajo con comunidades, como el Programa de Vivienda ARAUCO, Bosque Abierto, Chile Tur-Copec, Copec al Servicio de Chile o Fundación Acerca Redes.
Por otra parte, Empresas Copec siempre ha puesto especial interés en iniciativas educativas. Eduardo Navarro lo explica así: “Chile tiene muchas tareas, pero creo que el foco tiene que ser la educación. Esta requiere recursos, pero también requiere gestión, entusiasmo y vocación, y en el grupo hay un involucramiento que va más allá de ayudar en el financiamiento de esta causa”.
Fundación Belén Educa, Enseña Chile, Fundación Educacional ARAUCO, los colegios de excelencia de ARAUCO, Programa Viva Leer y Fundación Terpel son algunas de las instituciones educacionales que las compañías han impulsado y con las que han desarrollado proyectos.
Una de las instancias que más motivación y orgullo inspiran en el equipo de Empresas Copec es el Programa de Tutorías con Belén Educa, que se realiza anualmente desde 2009, y en donde cerca de 50 ejecutivos de la Compañía y sus filiales se reúnen mensualmente con estudiantes de cuarto medio para acompañarlos y aconsejarlos en relación con sus carreras profesionales.
Ante la oportunidad de participar en este tipo de actividades, Navarro hace la siguiente reflexión: “Ser parte de un grupo como este nos da la oportunidad de generar impacto desde lo más macro a lo más micro. A veces podemos transformar países, mediante grandes inversiones, como la reciente construcción de MAPA, que involucran empleo, creatividad, desarrollo comunitario, innovación, ciencia. Pero a veces podemos también cambiar la trayectoria de vida de una persona y de su familia a través de iniciativas como estas tutorías de Belén Educa, y esto último, aunque en menor escala, es tan palpable que también genera una enorme felicidad”.
Próximos pasos
“Dado el tamaño de la Compañía, nuestras áreas de actividad, nuestras fortalezas y valores, y observando los desafíos que enfrentamos como sociedad, creemos que Empresas Copec tiene un rol importante que cumplir en la construcción de un mejor futuro para las actuales y, sobre todo, las futuras generaciones”, comenta Navarro.
En tal línea, señala que durante los últimos meses el directorio, los ejecutivos y los colaboradores de Empresas Copec han estado trabajando en la elaboración de su propósito corporativo, un proceso que ha constado de extensas jornadas de reflexión, creatividad y conversación. “Queremos compartir nuestro propósito próximamente, explicar por qué hacemos lo que hacemos, qué nos motiva y hacia dónde nos dirigimos, algo que nos importa que conozca todo nuestro entorno”, concluye.
Testigo de las últimas décadas
Pocos pueden contar la historia reciente de Empresas Copec como Eduardo Navarro, el gerente general que ha tenido la Compañía desde el año 2003.
Es el menor de ocho hermanos e hijo de padres riojanos, quienes le heredaron un fuerte apego por la cultura española.
Egresó del Instituto Nacional en 1983 y, al momento de escoger una carrera, se debatía entre entrar a Periodismo, Derecho, Ingeniería Civil o Comercial. Finalmente, se inclinó por esta última, porque si bien tenía un componente matemático, también le permitía explorar sus intereses humanistas. Se tituló en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), en donde obtuvo doble mención, en Administración y en Economía. Luego, decidió extender sus estudios un año más para sacar un Magíster en Economía.
Cuenta que cuando salió de la universidad le pidieron completar una ficha en la que contestó que quería trabajar en una empresa como Copec, sin imaginar el alcance que esto tendría. Partió su carrera en Citicorp y, al poco tiempo, lo llamaron por teléfono para decirle que Felipe Lamarca, presidente de Copec, quería entrevistarlo por una oferta de trabajo en el área de Estudios de la Compañía, algo que, sin duda, lo tomó por sorpresa. El resto es historia…
Cuando comenzó su carrera en Copec, rápidamente fue ganando más responsabilidades, se unió a los directorios de varias filiales y terminó convirtiéndose en gerente del área de Estudios de Copec. En 2003, al momento de constituirse el holding Empresas Copec, el directorio decidió nombrarlo gerente general, por lo que describieron como valores afines, talento, trayectoria y amplios conocimientos sobre los negocios del grupo.
Los colaboradores que más tiempo llevan trabajando junto a él son su asistente, Gabriela del Solar; el gerente de Estrategia y Desarrollo, Jorge Ferrando, y el gerente de Administración y Finanzas, Rodrigo Huidobro. Destacan el particular estilo de Navarro, orientado a motivar lo mejor de cada uno, a liderar con el ejemplo, a exigir el mayor esfuerzo, a hacer las cosas bien, pero, al mismo tiempo, manteniendo una gran cercanía y un agudo sentido del humor.
Después de años de trayectoria, Eduardo Navarro ha recibido distintos reconocimientos, como estar en el ranking «Los 500 más influyentes de América Latina 2022» de Bloomberg Línea y, en 2016, fue escogido Ejecutivo del Año por la consultora EY y El Mercurio. Por otro lado, fue designado como Young Global Leader por el World Economic Forum en 2007, y obtuvo el premio a la Trayectoria Ingeniería Comercial UC 2021. Recientemente, recibió el galardón “Personas comprometidas con la educación”, de Fundación Belén Educa.
Si le preguntan a Eduardo qué otro rumbo profesional pudo haber escogido, su respuesta es director de un colegio o dedicarse a las comunicaciones, como en sus tiempos escolares. A pesar de haberse inclinado por el mundo empresarial, Eduardo siempre ha sentido una fuerte vocación por enseñar. De ahí que se dedicara a hacer clases durante 15 años en la PUC, en paralelo a su trabajo en la Compañía.
Sin embargo, aunque ya no se dedica a la docencia, él nunca abandona su rol de profesor. Cree que trabajando en Empresas Copec puede ser un aporte en la formación de los colaboradores todos los días y en cada conversación, al potenciar el talento de cada uno de ellos, retroalimentando su trabajo y compartiendo sus conocimientos. Además, sigue contribuyendo a la educación a través de su rol como director de la ONG Enseña Chile, y como uno de los impulsores del Programa de Tutorías de la Fundación Belén Educa al interior de la Compañía. Con ambas instituciones, su compromiso tiene más de 10 años.
Asimismo, su pasión por las comunicaciones hoy se refleja en su preocupación por estar permanentemente informado de lo que pasa en Chile y en el mundo, no solamente desde la mirada de la prensa tradicional o económica, sino que desde donde la ciudadanía se informa. Por otro lado, ha potenciado que desde el holding se visibilice más en prensa y redes sociales lo que están haciendo la Compañía y sus filiales, entendiendo que comunicar mejor el quehacer de una institución es fundamental para la construcción de confianzas entre las empresas y la sociedad.
