Desde hace 25 años, Belén Educa ha logrado que miles de estudiantes de sectores vulnerables superen barreras, crean en sí mismos y accedan a la educación superior.
En junio, uno de sus establecimientos fue incluido entre las 10 mejores escuelas del mundo en materia de innovación, por su exitoso modelo de continuidad de estudios.
“Nuestro gran premio siempre es que un niño cumpla sus sueños”. Esa es la espontánea reflexión del director ejecutivo de Belén Educa, Pedro Larraín, tras la buena noticia: el Colegio Bicentenario Cardenal Carlos Oviedo, de Maipú, fue reconocido entre las 10 mejores escuelas del mundo en innovación por la organización internacional T4 Education. Una distinción que destaca los resultados del programa de continuidad de estudios que la fundación desarrolla en todos los establecimientos de su red.
“Queremos que nos reconozcan las familias, los niños, que cuando ese joven que estudió con nosotros sea adulto diga: ‘Belén Educa me enseñó, me entregó valores, me generó oportunidades’. Día a día luchamos por ese reconocimiento y lo hemos recibido muchas veces”, continúa Larraín, con una mezcla de orgullo y humildad.

Y estar en el World’s Best School Prizes 2025 lo llena de satisfacción. “Confirma el rumbo del trabajo que realizamos, señala que es valioso y que debemos seguir trabajando con mucha fuerza para que más niños puedan acceder a la educación superior en todos nuestros colegios”.

Y hacia allá apunta la labor que la entidad desarrolla desde hace 25 años en 12 establecimientos ubicados en contextos de alta vulnerabilidad, 11 en la Región Metropolitana y uno en Los Ríos. No se trata solo de que los niños completen su escolaridad y accedan a un instituto técnico o a la universidad, sino también de que terminen una carrera y se integren al mundo laboral para contribuir a la sociedad con una sólida base de conocimientos, habilidades y valores.
A la velocidad de TikTok

Para ello, el concepto clave es la transformación educativa. La directora del colegio Cardenal Carlos Oviedo, Paulina Cárdenas, explica que este modelo ha sido implementado “desde las aulas, las altas expectativas y exigencia, con un trabajo colaborativo que hoy día se convierte en una innovación, a partir de lo que hacen los profesores en la sala de clases y el seguimiento con los alumnos”. A su juicio, esos son los elementos fundamentales en este premio, que corresponde, precisamente, a la categoría “Innovación centrada en el estudiante”.
El programa permite que el 77% de los egresados del establecimiento continúe estudios superiores al primer año.
En Belén Educa, el promedio es de 70% en sus 12 colegios al primer año de haber salido del aula y sube a un destacado 88% al tercer año de egreso. Este es un logro muy relevante, pues a nivel nacional la continuidad de estudios es de solo 45%.
El modelo de continuidad de estudios de Belén Educa tiene cuatro ejes: el seguimiento de los egresados, el trabajo con las familias, las alianzas con empresas y el acompañamiento a los estudiantes en sus proyectos de vida. Sobre este punto, Pedro Larraín sostiene que el gran desafío es generar y mantener esos anhelos “en un mundo que gira a la velocidad de TikTok y donde la atención de los jóvenes suele estar más centrada en los segundos que dura un reel que en el esfuerzo necesario para que les vaya bien en el futuro”.

También es un escenario en que la recompensa por estudiar es a muy largo plazo, intangible, casi un concepto abstracto frente a las satisfacciones inmediatas. El diagnóstico del director ejecutivo no soslaya esa realidad: “La juventud muestra cierta desesperanza hacia desafíos que les demandan esfuerzo adicional y se preguntan por el costo-beneficio, pues no tienen certeza de que ese esfuerzo les vaya a ser retribuido. Luchamos contra esa sociedad instantánea y superficial, con el anhelo de que en nuestro país todas las personas puedan tener dignidad y lograr sus propósitos de vida”.
Precisamente por eso, desde prekínder el tema del ingreso a la educación superior es parte importante de la conversación. “Durante todo el año y todos los años les hablamos de su vocación, de qué quieren hacer cuando sean grandes; les decimos ‘tienes que sacarte buenas notas, venir a clases, esforzarte’. Esto termina transformándose en una motivación e incluso en una sana rebeldía, que los impulsa a romper el círculo en que viven”, subraya el director ejecutivo de Belén Educa.
Paulina Cárdenas añade que la comunidad educativa ha respondido de manera muy positiva, involucrándose individual y colectivamente en el progreso de esos niños y jóvenes a quienes la sociedad parece poner más barreras que oportunidades. “Creemos firmemente en ellos y deseamos que las familias también confíen en sus hijos, que puedan ver en ellos su potencial y apoyarlos en su desarrollo. En este camino hemos visto cómo estudiantes, apoderados y docentes se han ido sumando activamente, fortaleciendo la creencia colectiva en el valor y las capacidades de nuestros alumnos”.

Alianzas que construyen futuro
La tarea de torcerle la mano a la adversidad y lograr que miles de estudiantes cumplan sus sueños requiere convicción, tiempo y recursos. “Nosotros administramos la escasez, trabajamos donde más se necesita y lo hacemos con mucho profesionalismo, y para sustentar eso es vital el aporte de aliados estratégicos”, afirma Larraín.
En este sentido, agradece a organizaciones como Empresas Copec, Banco Santander, Constructora Biobío y al preuniversitario Pedro de Valdivia, entre otras entidades, “que han demostrado tener un compromiso concreto, donde sus altos ejecutivos y sus colaboradores se la juegan por esta causa. Y cuando hay personas aportando para demostrar que se puede, los chicos lo sienten así y valoran ese apoyo”. La directora del colegio Carlos Oviedo añade que los estudiantes “identifican a Empresas Copec como una oportunidad significativa en su trayectoria escolar, como un aliado estratégico que les aporta capital cultural, conocimiento, nuevas expectativas y mirada de futuro”.
Empresas Copec colabora con Fundación Belén Educa desde 2006. Una de las iniciativas más emblemáticas es el Programa de Tutorías, en la cual ejecutivos de la matriz y de las filiales acompañan individualmente a alumnos de tercero y cuarto medio en la construcción de sus proyectos de vida. “Este programa reúne a dos personas de realidades diversas, de mundos distintos, y muchas veces distantes, principalmente por prejuicios o desconocimiento”, sostiene el gerente general de Empresas Copec, Eduardo Navarro, quien participa activamente en esta línea de acción.

Dejando de lado esas diferencias, el foco es encontrar puntos en común. Así lo hace Navarro cuando les habla a sus tutorados. “Les digo que, si bien tenemos realidades distintas, todos hemos llorado y hemos tenido dificultades alguna vez. Las mochilas pueden ser de diferente naturaleza y tamaño, pero todos cargamos alguna”. También intenta inculcarles el sentido de la responsabilidad, incentivándolos a hacerse cargo de su propio futuro con frases como: “Tú construyes tu vida y eres el protagonista de ella. La vida se construye de sueños, de ambiciones, y nadie debe limitarlos”.
Además de las tutorías, los ejecutivos de Empresas Copec visitan los colegios de Belén Educa para realizar charlas que contribuyen al desarrollo de la vocación profesional de los adolescentes a partir de testimonios de vida.

Para Pedro Larraín, el mayor valor de esta actividad está en que los estudiantes pueden conocer experiencias “no desde la vida exitosa de alguien con recursos, sino desde las dificultades que esos profesionales enfrentaron y cómo hoy están aportando a la sociedad desde las empresas. Eso derriba mitos y acerca visiones de mundo en un país que añora estar más integrado”, puntualiza.
Financiamiento de proyectos y la Beca de Excelencia Académica Anacleto Angelini Fabbri para la continuidad de estudios superiores también forman parte de la contribución de la Compañía. Una presencia que para Paulina Cárdenas es “más que una donación, es un compromiso humano y empresarial”. Y que, a juicio de Larraín, “muestra un nivel de involucramiento que no es habitual encontrar”.

Sus sueños, nuestros sueños
En Empresas Copec, la noticia de la figuración del Colegio Bicentenario Cardenal Carlos Oviedo en el Top 10 del ranking mundial de innovación educativa fue recibida con alegría y orgullo. “Es un reconocimiento muy merecido para este tremendo grupo de personas que, genuinamente y con profunda convicción, trabajan y se esfuerzan mucho por entregar educación de calidad a jóvenes vulnerables, darles esperanza y, en definitiva, transformar sus vidas”, expresa Eduardo Navarro. Destaca que el “difícil, pero maravilloso desafío” asumido por Belén Educa está en línea con el propósito corporativo de Empresas Copec: Forjar un mundo para las futuras generaciones.

Marianne Haramoto, gerenta de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Empresas Copec, también destaca la relevancia del reconocimiento al Colegio Cardenal Carlos Oviedo. “En lo personal, haberlos acompañado en el momento del anuncio fue profundamente emocionante. Ver a los estudiantes, desde prekínder hasta cuarto medio, celebrar con orgullo y esperanza nos confirma que este esfuerzo conjunto está marcando una diferencia real en sus futuros. Este reconocimiento no solo visibiliza la innovación educativa de Belén Educa, sino que también proyecta a Chile en un escenario global, mostrando que desde nuestras comunidades más vulnerables se pueden generar modelos inspiradores para el mundo. En un país que aún enfrenta grandes brechas educativas, este hito es un llamado a redoblar esfuerzos para que más jóvenes tengan acceso a oportunidades de calidad.
Como Empresas Copec, nos honra ser parte de este camino y reafirmamos nuestro compromiso de seguir colaborando con la Fundación en su misión transformadora”, afirma la ejecutiva.
El director ejecutivo de la fundación menciona en forma especial a los profesores, directores y a todo el equipo educativo “por la transformación social que están llevando a cabo y las oportunidades que les están abriendo a tantos niños y niñas. Cada persona que trabaja aquí tiene como impronta el anhelo de justicia, esa es su vocación de vida y la canalizan en la educación”.
La directora del establecimiento galardonado, Paulina Cárdenas, siente que hitos como este “nos hacen darnos cuenta de que aquello que nos hemos propuesto sí es posible: los estudiantes pueden superar las barreras, incluso cuando viven en contextos adversos. A pesar de enfrentar una alta vulnerabilidad, tienen la capacidad no solo de acceder a la educación superior, sino también de completarla. Demuestra que nuestros alumnos creen en sí mismos y en su potencial de llegar mucho más lejos de lo que alguna vez imaginaron”. Coincide con Pedro Larraín en que “cuando uno de estos chicos cumple su sueño, nosotros sentimos que cumplimos los nuestros”.