La importancia de la tutoría

Programa de Tutorías de Fundación Belén Educa: Historias de mutuo aprendizaje

Movilizados por la convicción de que la educación -base de una sociedad más justa, próspera y pacífica- es tarea de todos, 50 ejecutivos de Empresas Copec y sus filiales participan este año en el Programa de Tutorías de la Fundación Belén Educa, cuyo objetivo es impulsar a alumnos de cuarto medio a continuar con sus estudios superiores y a desarrollar sus proyectos de vida.     

y, más aún, cómo el acompañamiento entregado ha tenido efectos muy significativos para los alumnos y sus familias, y se ha transformado en una experiencia tremendamente enriquecedora para los propios tutores”, dice Pamela Harris, subgerenta de Asuntos Corporativos de Empresas Copec y coordinadora del Programa que, durante los últimos seis años, ha logrado que el porcentaje de alumnos que continúa con sus estudios superiores sea significativamente mayor.  

Así, mientras en 2015 el 80% de los alumnos tutorados optó por la educación superior, frente al 70% de aquellos que no formaron parte de este acompañamiento, en 2020, pese a que la pandemia tuvo un efecto relevante, el 66% de los alumnos tutorados continuó con sus estudios, versus el 57% de quienes no participaron en el Programa. 

No solo se tienen conversaciones respecto de sus deseos y anhelos profesionales, sino que también sobre sus dudas y temores. Y en este intercambio de ideas y opiniones no solo el estudiante tiene la posibilidad de crecer, sino que también uno como tutor. Es increíble cómo uno va recibiendo enseñanzas de cada alumno con el que uno ha tenido oportunidades de interactuar. Me siento muy afortunado y honrado de ser parte del Programa de Tutorías”. 

“A la edad de 17 años, a la mayoría de nosotros se nos hace difícil tomar una decisión de futuro, para la que, sin duda, estamos poco preparados. La falta de conocimiento y herramientas nos llevan a tener mucha incertidumbre respecto de este proceso, y eso fue justamente lo que me pasó a mí. Cuando comencé la tutoría estaba muy confundida sobre qué y dónde estudiar. Sabía que quería entrar a la universidad, pero, fuera de eso, me sentía muy perdida. Este espacio fue de mucho trabajo conjunto: explorar mis gustos, mis expectativas y las opciones que había disponibles. De hecho, en muchas de las reuniones nos abocamos a revisar minuciosamente universidades, mallas curriculares, perfiles profesionales y demás. 

Esta oportunidad me ayudó a trabajar en mi autoconocimiento e integrar mi historia de vida con lo que quería para mi futuro. Además, me ayudó en tener una mirada analítica y minuciosa frente a las oportunidades y los caminos a dónde estas pueden llevarme. Todos estos aprendizajes me permitieron tener claridad en mi elección y en el presente ejercer como psicóloga, centrada en el servicio, la ética y el profesionalismo”. 

Uno de los principales aprendizajes ha sido ver lo importante que es para muchos jóvenes ser escuchados y sentirse apoyados en la búsqueda de respuestas que a veces ellos ya tienen pero no se han dado cuenta, porque les falta creer en ellos mismos. En ese sentido, este Programa es un tremendo aporte para los alumnos, porque ganan confianza y seguridad para perseguir sus sueños y hacer algo importante y significativo para sus vidas”. 

Personalmente, en mi familia nuclear no hay personas con título universitario, por lo que esta experiencia me dio una perspectiva diferente de lo que significa estudiar.  

Desde segundo medio supe que quería entrar a la UC y el Programa me puso en contacto con Pamela Harris, quien precisamente estudió Ingeniería en esa universidad. Mi experiencia con ella fue muy agradable. Es una persona muy amable, cariñosa y responsable. Cada vez que tuvimos reuniones, yo iba con mucho gusto, a pesar de la distancia entre su oficina y mi casa.  

Como estudiante universitaria, recomiendo a los estudiantes de cuarto medio postular al Programa de Tutorías, ya que, en mi caso, si bien Ingeniería y Odontología -que es la opción que tomé- no son carreras parecidas, Pamela siempre buscó la forma de aportarme, además de estar incentivándome de manera permanente a estudiar”. 

Confío que también para ellos haya sido útil, el ser aconsejado a partir de una experiencia de vida personal y profesional que, en mi caso, se vio reforzada por haber vivido esta etapa con mis ocho hijos. Siempre es una alegría el saber después que varios cumplieron sus sueños de continuar sus estudios en las carreras que ellos habían elegido”. 

Me motiva hacer este ejercicio, porque los jóvenes pueden ver historias de desarrollo profesional y personal de las cuales también ellos pueden ser parte. Siempre he pensado que participar en el programa es un gran regalo y es una gran misión. Con cada alumno hay una oportunidad de cambio, hay nuevas conversaciones y realidades que se abren. Y en ese sentido es una oportunidad de crecimiento para el alumno y también para el tutor”. 

La experiencia no solamente me enseñó a ver lo bueno del trabajo y a saber apreciarlo, sino que también me enseñó sobre la vida misma, la importancia de la fortaleza y de ser profesional en cada cosa que hago. Estos son los valores que me dejó mi tutor. No quiero olvidarlos jamás, ya que pienso que son la clave no solo para el «éxito”, sino que para ser una mejor persona”. 

Han constituido también una forma de mantener presente que detrás de cada persona con la cual trabajamos, como en esos jóvenes, hay una historia, una familia, esperanzas y desafíos que a veces podemos olvidar en las actividades y exigencias cotidianas. Las tutorías nos hacen sentir parte de un grupo de personas, no solo de empresas, que están comprometidas con el futuro de nuestro país y que se encuentran en esta instancia como un gran equipo del cual uno se siente feliz de formar parte”. 

Cursé Derecho durante 2018 y mantenía contacto permanente con ella, me preguntaba cómo estaba y qué tal me estaba yendo en la universidad. Desafortunadamente, por distintas razones, debí abandonar esa carrera.

Actualmente, estoy estudiando Diseño en la Universidad de Chile, que era mi segunda opción. Aunque no pude seguir estudiando la carrera que más quería y en la que me ayudó Silvia, estoy muy contenta por todo lo que ha pasado, ya que he logrado aprender mucho de las cosas buenas y malas. 

En las tutorías encuentras a una persona que busca inspirarte y prepararte para la vida fuera del colegio, lo cual me ayudó bastante a mis 17 años, puesto que nunca había salido de Maipú, vivía a unos minutos caminando de mi colegio y a todos lados me acompañaban mis papás. Conocer a una persona adulta, que trabaja al otro lado de Santiago, que es una profesional y que se interesa porque a ti te vaya bien es muy gratificante. Estoy muy agradecida por la experiencia de las tutorías y por mi tutora”. 

Muchos de ellos no cuentan con fuentes o referentes en su entorno más cercano con quienes hablar de este tema. Por lo tanto, la tutoría es un espacio muy relevante para que los jóvenes se sientan escuchados y encuentren una guía y respuestas a tantas dudas que puedan tener. A veces una sola palabra puede servirles de gran inspiración y motivación. Uno habla de los dolores, de las mochilas. Siempre les digo a mis tutoriados que todos hemos llorado en la vida, que todos hemos tenido dificultades. Las mochilas son distintas, de diferentes naturaleza y tamaños, pero todos las cargamos.  

Por eso, la tutoría para nosotros solo por el hecho de darnos la maravillosa oportunidad de compartir e intentar ser un aporte para tantos jóvenes, ha sido un programa de gran aprendizaje y crecimiento tanto personal como para las organizaciones en las que trabajamos. Partimos 29 y hoy somos 50 gerentes y ejecutivos de distintas empresas del Grupo los que participamos. 

En este contexto, intento inculcar a los alumnos el sentido de la responsabilidad y siempre les digo: ‘Al margen de la ayuda de una empresa o del Estado, qué vas a hacer tú por tu vida’. Ahí los miro y digo algo que me parece fundamental y que me nace del corazón: ‘Tú construyes tu vida. Tú eres el protagonista de tu vida’”. 

El impacto que tuvo en mí fue beneficioso, logré madurar a una temprana edad y a fijar mis metas de futuro antes de egresar del colegio. Además, he avanzado en mis proyectos personales: tengo una maravillosa esposa y dos hermosos hijos; logré cumplir el sueño de tener nuestra casa propia y nuestro vehículo, todo gracias al sacrificio y al arduo trabajo que -como familia- hemos realizado a diario. 

Actualmente, estoy trabajando en una oficina contable y, para fortalecer mis conocimientos, entré a estudiar Contador Auditor en la Escuela de Contadores de Santiago (ECAS)”.