Desafíos de la educación en Chile

Enseña Chile: 15 años con el corazón en la sala de clase

Desde sus inicios, esta organización, que cuenta con el apoyo de Empresas Copec, se ha convertido en un semillero de líderes que conocen, por experiencia y desde el interior de las aulas, el desafío de la educación de Chile, transformándose en un motor de cambio.  

Hace 15 años, Enseña Chile comenzó el desafío de crear una red de líderes para impactar y aportar al sistema educacional chileno. No solo se trataba de convocar a profesores y directores de escuelas, sino de involucrar a empresarios, políticos y profesionales de las más diversas áreas, realidades y especialidades para que conocieran, vivieran y entendieran el desafío, y se convirtieran en parte de la solución.  

Según Tomás Recart, cofundador y director ejecutivo de Enseña Chile (ECh), es clave el involucramiento de distintos actores para el éxito de la misión: “Como dice Alejandro Aravena (destacado arquitecto chileno), no hay nada peor que responder bien la pregunta incorrecta. Y la pregunta en educación no es qué hay que hacer, sino quiénes lo van a hacer”, afirma.  

Sobre la base de esta idea, transformarse en un puente entre el problema y los futuros líderes, se construyó esta organización que, a través del programa Liderazgo Colectivo, invita a los profesionales a trabajar dos años como docentes en contextos vulnerables del país, con el fin de que puedan experimentar y conocer la realidad de la enseñanza al interior de las salas de clases. “Solo cuando entras a un lugar con muchas carencias e injusticias te das cuenta de cuántos problemas hay que solucionar”, comenta Recart. 

Desde sus cimientos, e inspirados por Teach for All, donde son miembros junto a otros 60 países, la institución se ha convertido en un semillero de líderes. “Hoy, en cada reunión donde se debaten temas relevantes en materia de educación, hay alguien de Enseña Chile que conoce profundamente el problema”, sostiene su fundador. 

De acuerdo con cifras de ECh, el 75% de quienes han realizado el programa sigue ligado a la educación de forma directa o indirecta. Actualmente, la organización está presente en 63 comunas y en 144 escuelas. Tiene más de 900 egresados y más de 225 mil estudiantes que han sido beneficiados por sus programas. Durante este año, 220 docentes están impartiendo clases para hacer realidad su misión: que todos los niños de Chile reciban una educación de calidad. 

Hazte cargo 

Max Ortúzar es director y cofundador del colegio particular subvencionado Cree, de Cerro Navia, una de las comunas con mayor índice de vulnerabilidad del país.  

Un establecimiento que nació inspirado en el programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile, donde todos sus fundadores participaron como académicos.  

“Solo pasar por la sala de clases te cambia el switch y te das cuenta del impacto que uno puede tener en emparejar la cancha y cuánto puedes crecer en lo profesional y humano”, comenta Max, quien durante dos años hizo clases en las comunas de Colina y Pudahuel.  

Pero fue después de un seminario, organizado por Teach for All en India, y su mensaje: “Hazte cargo”, donde surge el sueño de crear un colegio de excelencia. “Nos quejamos del sistema educacional, pero si queremos que haya un cambio, tenemos que generarlo”, fue el pensamiento que lo motivó.  

Durante dos años, Max Ortúzar junto con otros dos exalumnos del programa, Tomás Rivadeneira y Juan Paulo Sánchez, trabajaron en el plan educativo, y en marzo de 2016 comenzaron a funcionar, preocupados de la formación académica, de atraer a buenos profesores, pero también del desarrollo de habilidades socioemocionales que fortalezcan el carácter de los jóvenes. 

Por primera vez este año, el colegio podrá recibir a un docente de Enseña Chile para sus estudiantes que comienzan la enseñanza media. Actualmente, cuenta con más de 800 alumnos, de prekínder a I° medio, con excelentes resultados en el último Simce nacional.  

Según Ortúzar, la lista de espera, tanto de alumnos como de académicos que quieren trabajar en este colegio, es extensa. “Postulan más de 2.500 personas durante todo el año y, aunque es un ambiente exigente, hay mucho espacio para hacer las cosas distintas e innovar”.  

Los sueños sí se pueden hacer realidad 

Hace 10 años, mientras cursaba III° medio en el colegio Miguel de Cervantes de La Cisterna, Jannike Guzmán tuvo la oportunidad de conocer a uno de los educadores de Enseña Chile.  

Ella había llegado hacía solo un año a este establecimiento. Se cambió después de sufrir bullying y hostigamiento durante dos años. Confiar y poder sentirse segura y protegida era lo que buscaba. En ese contexto, conoció a Samuel Delgado, ingeniero civil industrial, quien se encontraba en su segundo año del programa ejerciendo las asignaturas de Matemáticas y Física. Aunque para Jannike los números no eran lo suyo, fue en esa sala de clases donde descubrió lo que hoy es su gran pasión: el arte. 

“Éramos 18 estudiantes y él entendió cómo conectarnos a cada uno con las matemáticas. Se dio el tiempo para conocernos y que aprendiéramos, al punto de que todos entramos a la educación superior. Nadie quedó en el camino”, recuerda.  

Fue Samuel quien la llevó a descubrir su vocación y a creer en ella misma. “Vio habilidades en mí que nunca había notado. ¿Has pensado en estudiar arte?, me dijo un día, y comenzó a traerme información de universidades que impartían Licenciatura en Arte”.  

Años después, Jannike no solo se graduó como licenciada en Artes Visuales, también obtuvo una beca para estudiar seis meses en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trabajó en reconocidos museos de Santiago, expuso en uno de ellos y se ha especializado en Patrimonio y Mediación Cultural. 

“Tuve la fortuna de conocer a personas y grandes profesionales que lo daban todo y más, que impulsaban a los estudiantes a buscar lo que quieren, que creen más en ti que uno mismo, y que tienen la convicción de que todos pueden aprender. Esto es Enseña Chile”, puntualiza Guzmán. 

Desde marzo de este año, Jannike es parte del Programa de Liderazgo en un colegio de Puerto Natales. “Es el momento de devolver todo lo que yo recibí de los profesores de Enseña Chile. Espero poder entregarles las mismas herramientas que a mí me dieron. Demostrarles que, si quieren lograr algo, es posible hacerlo con disciplina y amor, y que pueden ser el mejor; que solo uno se coloca los límites y que su futuro no está restringido a su territorio”. 

Construyendo liderazgo 

Para Samuel Delgado, todos entran a Enseña Chile por motivaciones distintas, con historias de vida y experiencias diferentes, pero finalmente lo importante es construir comunidad. “Cuando entras a una sala de clases en un contexto de vulnerabilidad, entiendes los desafíos que realmente enfrenta el país”, comenta. 

Samuel viene de una familia numerosa, de la población La Bandera, de San Ramón. Estudió en un colegio particular subvencionado y conoce las carencias de la comunidad. Esto mismo lo motivó a crear un preuniversitario social en su comuna, mientras cursaba su último año de carrera, con la idea de aportar a la primera generación de profesionales.   

“Fueron una experiencia y proceso exitosos. Los preparábamos para todas las asignaturas de la PSU (actual PAES), y también los guiábamos en el tema vocacional y apoyábamos para postular a las becas. Partí solo y luego se fueron sumando amigos, hasta terminar con unas 60 personas. Esto me llenó el corazón”, asevera Delgado. 

Luego de esta experiencia se integró a Enseña Chile. “Me dediqué a ampliar el mundo a los estudiantes. Los llevaba a jornadas, a las universidades. Ellos saben cuándo los quieres y no los quieres. Yo iba con las ganas y la convicción de que aprendieran, y en el caso de Jannike, siento que tuve la oportunidad de acompañarla para que viera el potencial que tenía y creyera en ella”. 

Durante estos dos años, Samuel reconoce que el mayor desafío era crear el vínculo con los jóvenes que vienen de contextos de gran vulnerabilidad. “Construir liderazgo desde las relaciones es un desafío, imagínate con jóvenes en proceso de aprendizaje. No es falta de potencial, es la ausencia de personas buenas a su alrededor”, comenta Samuel. Destaca, además, que el valor de esta organización es lograr llevar a profesionales de excelencia a lugares donde más se necesitan. 

Desde entonces, la carrera de Samuel ha estado vinculada a la enseñanza. Actualmente, es director de Operaciones Sociales de la Fundación Súmate, del Hogar de Cristo; fue director provincial del Ministerio de Educación, y jefe de Educación en la comuna de San Ramón. 

Renovación de votos 

Un profesor es un servidor del aprendizaje, debe estar comprometido con su formación y con sus estudiantes, y debe amar lo que hace. Estas son algunas de las cualidades que, según Paulina Ulloa, jefa del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), de San Pedro de la Paz, deben tener quienes ejercen la pedagogía. 

Paulina conoció Enseña Chile a través de una publicación, pero fue su proyecto de liderazgo lo que llamó su atención y la hizo investigar más. Convencida de que era un aporte a la formación docente y al aprendizaje de sus estudiantes, postuló a un par de profesores para que participaran en el programa, mientras era directora de una escuela en Lota, provincia de Concepción.  

“Finalmente quedó una que hacía clases de Historia y que tuvo excelentes resultados. Los alumnos se peleaban las clases con ella y nadie faltaba. En el corto plazo, es posible ver cómo comienzan a cambiar las prácticas. Los profesores se perfeccionan y los cambios se perciben en toda la comunidad”, explica. 

Así, en cada colegio que ha liderado, Paulina ha llevado a algunos de sus académicos a Enseña Chile. “Es importante que sea alguien que, además de tener experiencia y manejar muy bien su especialidad, crea y sostenga que puede generar cambios dentro de su aula en un contexto de vulnerabilidad”. 

Para los participantes, sostiene la jefa de DAEM, esta iniciativa se ha transformado en una renovación de sus votos con la profesión docente, en una oportunidad de volver a sentir la pasión por su carrera que a veces parece dormida.  

“Yo me enamoré de la visión de Enseña Chile, de que un día todos los niños recibirán educación de calidad. Un concepto que hoy está muy manoseado, pero es un sueño que me motiva y es lo que me llevó a querer ser profesora y directora. Es el anhelo de que todos tengan las mismas herramientas y oportunidades de aprender. Esta es la pasión que quiero transmitir”. 

De la desesperanza a la ilusión 

“Tengo la inspiración de que personas como yo podemos ser un aporte y mover la aguja para algunos jóvenes”, comenta Lorenzo Gazmuri.  

El exvicepresidente Ejecutivo de Copec, donde actualmente es director y donde trabajó por más de 30 años, y past President y director de ICARE, bien sabe que el tiempo para él es un bien escaso, pero no suficiente razón para dejar de contribuir, desde sus posibilidades y capacidades, a la misión de ECh.    

Fue así como propuso la idea de desarrollar un programa que le permitiera dedicar una mañana a la semana a hacer clases en un colegio vulnerable de la Región Metropolitana, con la ambición de generar resultados medibles, replicables y escalables. Comenzó en 2021, enseñando matemáticas a un II Medio y, al año siguiente, ofreció hacer un taller intensivo para alumnos de IV Medio que se preparaban para la PAES en La Pintana.  

“Hay dos hechos claves que me motivan. Durante mi vida profesional, he conocido a gente brillante, muy inteligente, pero que no tuvo las mismas oportunidades que uno; y también, en la vida de todos ha habido alguien que en algún momento te inspiró, le dio un giro a tu vida y dejó una huella. Yo sumé estas dos cosas y creo que mientras se discuten las políticas públicas que son necesarias en educación, estamos perdiendo un talento infinito”, comentó Lorenzo.  

con una plataforma que mide el estado de avance y debilidades de los alumnos. Por ello la escalabilidad está sujeta a nuestra capacidad de generar resultados cuantificables”, explicó. 

Un desafío importante para quienes entran por primera vez a una sala de clases, según el ejecutivo, es luchar contra la desesperanza aprendida. Por esto, el mensaje detrás de cada proyecto de ECh es que los jóvenes conozcan y crean en sus capacidades, y en que hay logros detrás de quien persevera.  

“La invitación es a quienes hemos tenido el privilegio de acceder a buenos colegios, universidades y empresas, y tenemos un deber con el país. La educación está marcada por el origen, por el lugar donde naciste y eso es tremendamente injusto. Estamos perdiendo talento por la falta de educación. Esta experiencia para mí ha sido por lejos lo más estimulante, pero estamos recién partiendo”, concluyó, afirmando que este año esperan llegar a 15 colegios de la región.