Vinculación con la comunidad
ARAUCO Argentina y Brasil: Cuando la comunidad es protagonista
Medioambiente, capacitación, emprendimiento, salud y buenas prácticas son algunas de las temáticas en las que la compañía trabaja codo a codo con los habitantes de las zonas en que opera.
En Brasil y Argentina existen proyectos de larga data, basados en el diálogo y en la búsqueda de soluciones que contribuyan al desarrollo integral de los territorios, que entre ambos países suman más de 475 mil hectáreas de patrimonio forestal y sobre una docena de instalaciones entre plantas, aserraderos y centrales de energía.
Ser un buen ciudadano es un valor transversal en ARAUCO, basado en la convicción de que construir y mantener relaciones permanentes de confianza con quienes conviven cotidianamente con la actividad forestal es una forma de crear valor social. Se trata, en suma, de establecer vínculos de colaboración, respeto y comunicación con las comunidades en las que la compañía está presente, con el objetivo de que todos sean partícipes del desarrollo que se genera en esos territorios.
Siempre con una mirada de largo plazo, y con un interés genuino por aportar al bienestar integral de las personas y del entorno, ARAUCO desarrolló un Plan de Gestión Social. Este contiene diversas iniciativas y programas, que apuntan a diferentes públicos de interés y que abarcan distintas temáticas, pasando por la educación escolar y superior, protección del medioambiente, capacitación o adquisición de destrezas laborales, fomento al emprendimiento local y varias otras.
Brasil: tres ejes, un objetivo
La subgerenta de Responsabilidad Socioambiental de ARAUCO Brasil, Maria Harumi, cuenta que esta labor se estructura en torno a tres ejes. Uno de ellos es el medioambiental, en que “buscamos producir de forma sustentable y actuando en pro de la conservación de los recursos naturales”. Aquí se insertan proyectos de investigación en biodiversidad, monitoreo de cuencas hídricas, manejo de áreas de alto valor de conservación y todas las medidas tendientes a lograr la carbono neutralidad.
El segundo eje tiene que ver con educación, cultura y deporte. Contempla iniciativas “que contribuyen a la capacitación de profesores, educación ambiental entre los escolares y apoyo a proyectos que promuevan la valoración de la cultura local y regional”, explica Maria Harumi. Destaca la colaboración de los municipios y la participación de más de 15 mil estudiantes en las visitas ecológicas a las unidades forestales, que se realizan desde hace más de 20 años. “En esos recorridos, los niños y niñas adquieren conciencia ambiental y aprenden a prevenir incendios forestales, a disponer correctamente la basura y a conocer los daños que provocan la pesca y la caza ilegales. Es un verdadero laboratorio a cielo abierto”, agrega la ejecutiva.
A esta actividad se suma “Muda Mundo”, que entrega material pedagógico a profesores y alumnos para transformar la comunidad escolar; “Estante de historias”, que equipa a las escuelas con bibliotecas, y “Atletas del futuro”, campeonatos deportivos para niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad social.
En tercer lugar, está el relacionamiento con las comunidades, cuyo fin es identificar y actuar sobre los impactos sociales junto a los habitantes de los territorios, de forma transparente, con consulta, respeto e involucramiento. Aquí, el equipo de ARAUCO desarrolla un boletín con juegos de contenido ambiental y buena convivencia. “Hablamos con nuestros vecinos, entregando material para explicarles lo que hace la compañía, conocer sus inquietudes y buscar soluciones conjuntas a los problemas que los puedan estar afectando. Es un canal de interacción que funciona bien y que nos permite mejorar y ayudarnos mutuamente. Además, las personas valoran mucho el ser escuchadas”, puntualiza la subgerenta de Responsabilidad Socioambiental de ARAUCO Brasil.
Estas y muchas otras acciones se llevan a cabo con una mirada de largo plazo, pues, especialmente en el ámbito educacional, los resultados no se aprecian de inmediato. Por otra parte, Maria siente la satisfacción “de que podemos transformar la realidad de esas localidades, donde muchas veces los recursos del Estado no llegan. Por eso, nos hace felices estar con las personas y constatar ese sentimiento de gratitud hacia ARAUCO. Siempre hay un propósito, siempre podemos hacer un poco más, porque ser buen ciudadano es el alma de ARAUCO”.
Argentina: socios estratégicos de la comunidad
Desde Buenos Aires, la jefa de Comunicaciones Corporativas de ARAUCO Argentina, Ángeles Alonso, comparte esos sentimientos. Es que la compañía es un actor muy relevante en las zonas de plantas productivas, especialmente en la nortina provincia de Misiones, donde unas 20 mil familias se benefician en diferentes eslabones de la cadena de valor. “Eso es complejo, porque a veces la empresa colabora en roles que estrictamente no le competen, por ejemplo, en ámbitos como la salud, caminos, educación u otros”, comenta.
Consciente de esa realidad, hace más de una década ARAUCO comenzó a buscar un cambio en la manera de relacionarse con la gente de esos territorios. “Hemos ido forjando estrategias distintas de acuerdo a tiempos y a los modelos de vinculación con la comunidad que van surgiendo en el mundo. Salimos del rol paternalista para convertirnos en un socio estratégico, creando alianzas con distintos públicos para que crezcan, se desarrollen y encuentren oportunidades de la mano de ARAUCO, pero cada uno poniendo de su parte”.
Ángeles sostiene que de esa manera el vínculo termina siendo sostenible en el tiempo, el resultado es más efectivo y da mayor valor a esa escuela, hospital o barrio que se siente protagonista. “Llevó tiempo, pero cuando logramos abrir un diálogo con la comunidad vimos que ese era el camino: escucharlos, aprender de ellos y que también vean cómo hacemos las cosas, todo con humildad. Y así dejaron de vernos como una empresa de puertas cerradas que impone las cosas”.
Entre las acciones concretas derivadas de esta comunicación con la gente se han hecho inversiones para resolver temas de impacto ambiental; se organizaron visitas a las plantas para que los vecinos conocieran el proceso productivo; se hicieron campañas de vacunación contra el Covid-19 y de prevención del dengue, y se compartieron buenas prácticas para evitar los incendios forestales.
También hay iniciativas de larga data, especialmente en el ámbito educativo. Formación para profesores, adecuación de contenidos y un acompañamiento constante en el proceso de enseñanza y aprendizaje son pilares de la gestión de ARAUCO en Argentina. Todo ello se planifica con el apoyo de un equipo externo de profesionales, entre los que se cuentan ingenieros forestales, psicopedagogos, docentes, psicólogos y otros.
“Es un gran trabajo en equipo”, señala Ángeles Alonso. Un esfuerzo compartido que genera un tremendo orgullo al lograr ese contacto directo con los vecinos. “Nos escuchamos mutuamente. Somos un vecino responsable, nos sentimos parte de la comunidad y la acompañamos en cada momento. Somos uno más”.