Por Rodrigo Huidobro, gerente de Administración y Finanzas Empresas Copec
Hace algunas semanas reportamos los resultados correspondientes a diciembre de 2022. Fue un año histórico en términos de cifras, con una utilidad de USD 1.466 millones y un Ebitda de USD 3.630 millones.
La celulosa mostró, durante gran parte del año, niveles de precio muy atractivos, motivados por una demanda dinámica, por dificultades logísticas en el mercado y por una inflación de costos que impulsó al alza los precios de equilibrio. Las maderas y paneles exhibieron muy buenas condiciones, resultantes de una fuerte demanda para construcción y remodelaciones, tendencia originada en buena parte en los años de pandemia. Los combustibles, por su parte, continuaron su senda de recuperación, para alcanzar niveles superiores a aquellos previos a la crisis sanitaria. Mina Justa, en tanto, cumplió su primer año completo de operación, en un escenario de precios favorable para el cobre.
En el último trimestre, sin embargo, algunas de estas condiciones se comenzaron a revertir. La celulosa mostró caídas en sus precios, motivadas en parte por la expectativa de entrada de nueva capacidad. Los mercados de paneles y maderas moderaron sus tendencias, arrastrados, entre otros factores, por una disminución de la actividad inmobiliaria, originada por el aumento sostenido en las tasas de interés globales, entre otras causas. A todo ello se sumaron efectos contables no recurrentes negativos, relacionados con algunas inversiones de ARAUCO en Argentina y con la valorización de los activos biológicos. Con todo, el trimestre registró una leve pérdida de USD 9 millones, y un Ebitda de USD 679 millones.
Los buenos resultados del año han permitido mantener ratios de endeudamiento controlados y razonables, ilustrativos de la buena posición financiera de la Compañía.
Pero más allá de las cifras, fue un año de importantes definiciones estratégicas. Con la puesta en marcha de MAPA se dio término a un gran periodo de expansión. La nueva planta es la inversión más importante de la historia de la Compañía, y permite aumentar la capacidad de producción de celulosa de ARAUCO en 30%. En la misma línea, se ha anunciado la firma de un acuerdo con el gobierno de Mato Grosso do Sul, en Brasil, para avanzar en la evaluación del proyecto Sucuriú, que podría significar para ARAUCO un incremento adicional de casi 50% en su capacidad de producción de celulosa. Ahí hay una línea atractiva de crecimiento futuro, en un país con excelentes ventajas competitivas en lo forestal, y en esta industria por definición sostenible, gracias a una base de plantaciones que absorbe carbono y aporta a la biodiversidad, y con productos que sustituyes a otros que son menos amistosos con el medio ambiente. Las plantas de paneles anunciadas por Arauco cumplen también con esta filosofía.
En el área de la energía, la filial Copec, por su parte, culminó el año perfeccionando la compra de Blue Express, empresa que opera en el campo de la logística de última milla. Impulsamos así la inversión en este sector con dos grandes focos: la transición energética y la transformación del modelo de negocios. Esta adquisición calza bien con la ruta ya iniciada por Copec y Abastible, que lideran el avance hacia una economía baja en carbono en Sudamérica, con inversiones en nuevas energías, eficiencia energética, electromovilidad, y otras actividades complementarias y sinérgicas con los activos existentes.
Avanzamos así por un camino que nos permitirá entregar recursos y energía para un mundo sostenible. Contamos con la voluntad, la experiencia y la solidez financiera para hacerlo.